El director del Museo Reina Sofía, Manuel BorjaVillel, reconoce que la crisis económica ofrece "una oportunidad única" para adquirir determinadas piezas, que de otro modo no saldrían al mercado. Así, el museo ha aumentado en 2009 su colección con piezas de 96 artistas, 54 españoles y 42 extranjeros. Entre las piezas adquiridas figuran obras de Francis Picabia, Juan Muñoz, Mira Schendel, Manuel Barbadillo, Jon Sistiaga, Muntadas, Robert Smithson, Manuel Millares, Pedro G.Romero o James Coleman. "El mundo del arte no ha bajado tanto los precios como otros sectores económicos pero la ventaja es que están apareciendo obras que de otra forma no aparecerían y se nos ofrece una oportunidad única", señaló el director del Museo Reina Sofía en una entrevista.

En el capítulo de compras, el responsable del Reina Sofía asegura seguir tres directrices: adquirir obras de las vanguardias históricas, donde busca obras específicas; completar la colección desde los años 60 hasta la actualidad, como por ejemplo todo lo relacionado con Los Encuentros de Pamplona, que "van a estar muy presentes en la colección", subrayó, e incluir en los fondos del museo a los artistas jóvenes.

EXPOSICIONES "NOVEDOSAS" A punto de cumplirse dos años de su llegada al Museo Reina Sofía, su responsable hace balance y reconoce que se están cumpliendo los objetivos que se marcó. Entre ellos la reestructuración de la colección y generar unas exposiciones "novedosas" que "permitan entender y replantear el mundo en el que vivimos". "Creo que nuestras exposiciones empiezan a tener un lugar en el imaginario del mundo artístico internacional y eso es importante", subrayó.

Significativas también son sus cifras de visitantes que aumentan de año en año. En 2007 se contabilizaron 1.500.000; en 2008, 1.800.000 personas visitaron el Museo y en 2009, con datos del mes de noviembre, ya se han acercado al Reina Sofía 1.900.000 personas. Tras alcanzar esta cifra, Borja-Villel asegura que, a finales de año, llegarán a la cifra prevista, 2.100.000 visitantes. "La colección está organizada, pero para el gran salto cualitativo todavía estamos a mitad de camino", reconoció Borja-Villel, para quien el Reina Sofía es un museo que también provoca "obsesiones" porque, en Madrid, "faltan estructuras intermedias". "Esto provoca que se pida todo de una institución, y el Reina Sofía no puede darlo todo, pero sí puede ayudar a generarlo", concluyó.