Een los trabajos de una cata arqueológica que se realiza en la plaza de San Miguel, en pleno centro de Lucena, se ha encontrado una noria. El descubrimiento causó sorpresa entre los obreros, que han llevado a cabo un cuidadoso trabajo de limpieza de este punto para no dañar la estructura del resto arqueológico.

Hay que tener en cuenta que esta cata, al igual que otra más cercana a San Mateo, iglesia mayor de Lucena, son actuaciones previas a la puesta en marcha de las obras programadas de cara a la remodelación del centro histórico de la localidad. Por parte del Ayuntamiento, y de cara a poder datar el descubrimiento, se ha encargado un estudio del resto descubierto al arqueólogo municipal, Daniel Botella, según ha informado el alcalde, José Luis Bergillos.

Los trabajos de la cata arqueológica se vienen llevando a cabo por parte de la empresa Proyecciones y Excavaciones Arqueológicas (Pro-Arc), una firma especializada en estos temas. Muy cerca del lugar donde ha aparecido la noria es donde se ubicaban los jardines del Palacio de los Medinaceli, señores de Lucena, que habitaban una parte del castillo del Moral. Por ello, según algunos expertos consultados, la mencionada noria pudo ser utilizada para surtirse de agua para el riego de los mencionados jardines e incluso también para el abastecimiento del propio castillo. Además hay que resaltar que la actual calle Barahona de Soto, situada en la zona, se denominaba calle Jardin.