Irlanda recuerda la figura de Frank McCourt, "el magistral cuentacuentos" que logró fama internacional con ´Las cenizas de Angela´, un relato de su dura infancia en los barrios más pobres de la ciudad de Limerick, al oeste de la isla. "Como profesor en Nueva York, animó a sus estudiantes a amar la literatura y la escritura creativa y como escritor, era un maestro en el arte de contar historias", afirmó ayer el ministro irlandés de Cultura, Martin Cullen. "Superó adversidades e infortunios desde temprana edad -recordó Cullen-, hasta encontrar su sitio en el mundo y, en ese proceso, inspiró a mucha, mucha gente, estudiantes, amigos y lectores". Nacido en Nueva York en tiempos de la Gran Depresión, regresó de pequeño con sus padres irlandeses y hermanos a Limerick, donde la familia, marcada por el alcoholismo del progenitor y la difícil situación económica del país, cayó presa de la extrema pobreza, como plasmó en su libro.