El cantante Kiko Veneno, que actuará mañana martes en Valladolid, manifestó ayer que con su nuevo disco, que comenzará a grabar esta semana en Sevilla, continuará la búsqueda de "un sonido bonito y auténtico alejado de las fórmulas". Los conciertos de Kiko Veneno este verano entrelazan sus clásicos Volando voy o Te echo de menos con la presentación de alguna de las canciones de su nuevo disco.

Entre ellas destacan el acústico de El Mosquito suicida y La rumba de la crisis , que dará nombre al nuevo álbum del artista que, según ha destacado, "será fresco y en directo, con arreglos posteriores en estudio". El público vallisoletano asistió, en la explanada del museo de la Ciencia, a un espectáculo "venenoso" acompañado de su banda del retumbe formada por un bajo, contrabajo, guitarra española y eléctrica, batería, teclado, coro y percusión. Veneno ha destacado que "no hay nada que pueda facilitar la mayor venta de discos", al preguntarle por la presentación de las canciones aún no grabadas.

Para él, "la falta de ilusión y de significado cultural de la música en la actualidad no nos ayuda, y tampoco que sea tan mala, impropia y falsa". La grabación del decimocuarto disco de su carrera se paralizará por sus citas con el público hasta septiembre y dará sus frutos a final de año, según ha confirmado el cantautor.

Sus poesías callejeras volverán a mezclar la denuncia social con letras surrealistas con sello propio, ya que "en un mundo lleno de miedo y la música debe ser un instrumento liberador que puede tratar distintas cuestiones de una forma cariñosa y graciosa".