La Noche Blanca se iba calentando ayer en el Ayuntamiento, donde los organizadores echan humo por los teléfonos, y en la Sala Victoria, donde los elegantes trajes de faralaes de prestigiosos modistos se mezclaban con la gastronomía --algo llamado ´Flamenco a pedir de boca´--, la barra de un bar para respirar y un escenario para empezar la fiesta, que se adelantaba ayer para ir mentalizando al personal cordobés para mañana noche, donde la ciudad explotará de música.