Aunque la jornada de ayer no animaba a ello, por ser un día laboral y estar marcado por una constante lluvia, la intensidad con la que estos días se ha nombrado en los medios de comunicación cordobeses la colección Modernstart de Pilar Citoler invita a llevar a cabo un recorrido por los cuatro enclaves en los que se han fijado sus espacios expositivos. Además de la curiosidad originada por la prensa, otro de los objetivos es averiguar si esa contemporaneidad artística ha llegado a los cordobeses.

La artística ruta comienza en la Sala Vimcorsa donde se pueden observar las obras de Los orígenes del arte contemporáneo . Al entrar, un sinfín de lienzos cuelgan en las paredes trasladando al visitante a lo más primitivo de la vanguardia. Puerto de Hamburgo , dibujado en 1910 por el alemán Emil Nolde, es uno de los ejemplos de ese nacimiento de la contemporaneidad. Pablo Ruiz Picasso, a través de seis grabados eróticos, pone de manifiesto que los inicios del vanguardismo tuvieron un pequeño pero intenso hueco en España. Así, no es de extrañar que unas 700 personas hayan visitado la exposición.

Ese mismo itinerario nos lleva al Palacio de la Merced, un espacio que hace adentrarse al espectador en una atmósfera ochentera y en el que el antiguo convento otorga una curiosa simbiosis a la muestra. "No entiendo nada de arte, pero estas cosas me hacen sentirme viva y me recuerda a mis años mozos", comentaba una señora.

La Sala Museística de Cajasur parece una carrera de relevos: al poco de salir un par de personas que ya han visto la muestra, entran otras dos para dejarse envolver por Dentro/fuera . Otras geologías de Daniel Canogar es, quizás, una de las más impresionantes y así lo comentaba uno de los 200 visitantes que la han visto: "A mí me está encantando. Esperaba el autobús y me he dicho: entra a ver qué hay. Merece la pena".

El Teatro Cómico, la última parada --y la más divertida--, acoge las videocreaciones. Primer ensayo escultórico de Aggtelek es el ejemplo puro de la originalidad. El vídeo muestra cómo dos chicos construyen un escenario con cartón y papel que acaba convirtiéndose en una especie de nave espacial con la ayuda de un triciclo infantil. Unas particulares obras de arte que desde luego no han dejado indiferentes a los mil cordobeses que desde el sábado han pasado por los cuatro espacios expositivos.