Jesús Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, 1962), uno de los autores de referencia de la novela histórica española, ha rescatado a su personaje fetiche, el espía Luis María Monroy, para su última obra, El caballero de Alcántara , con la que cierra una trilogía completada por las novelas El cautivo y La sublime puerta , las tres publicadas en Ediciones B.

El autor extremeño presentó el libro en Alcántara, localidad cacereña desde la cual Monroy emprende su misión. El espía, enrolado en la Orden Militar de Alcántara, de la máxima confianza del rey Felipe II, viajará a Madrid, Sicilia, Venecia y Estambul. En 1568, Turquía amenazaba Occidente, España necesitaba fondos y uno de los financieros de la corona se había pasado al bando turco tras haber sido desterrado por la Inquisición por ser judío. Toda una lección de historia de la España de 1568, aunque Sánchez Adalid aclara que, pese a que sus historias parten de lo real, él escribe novelas, y lo hace para sus lectores.

"Me pidieron que siguiera contando la vida de Luis María Monroy", afirma. Los tres libros tienen historias independientes, pero el conjunto define una situación, la de dos civilizaciones enfrentadas (islam y cristianismo), de la que puede extraerse una lectura presente: "El temor a que domine el islam", dice Sánchez Adalid, quien cree que "los conflictos seguirán existiendo, pero habrá entendimiento".

El autor trabaja, en la actualidad, en una novela ambientada en el año 45, época del origen del cristianismo.

LAS ORDENES MILITARES Sánchez Adalid presentó la novela en el convento de San Benito, sede de la Orden de Alcántara. "Felipe II no se fiaba de la gente que tenía a su alrededor, y encontró fidelidad en las órdenes militares", por lo que recurrió a ellas para encargar ciertas misiones, explicó el escritor. Creadas en la Edad Media, tenían una fuerte raíz religiosa y formaron cuerpos militares de apoyo a los monarcas.