A los compradores de arte la crisis económica, real o no, no les afecta y por eso los galeristas presentes en Arco están "entre contentos y muy satisfechos" con las ventas que han hecho, según han revelado a Efe algunos de los responsables de las 295 salas que exponen en esta edición.

Aunque los datos oficiales se facilitarán hoy, la impresión de los galeristas es que esta feria, primera que se hace en los pabellones 12 y 14 con un nuevo espacio expositivo totalmente remodelado, ha sido un éxito, aunque no podrían decir si tanto como la del año pasado, cuando se vendió un 15% más que en el año 2006.

Algunas han tenido que reponer más de la mitad de las obras que colgaban en el stand, como es el caso de Distrito 4, en la que ayer piezas como la del colectivo Art&Lenguage, de 104.000 euros, mostraban ya el "punto rojo" de vendido. "La crisis, si es que la hay, no se nota, porque al que compra arte --el tercer nicho de inversión tras el mercado inmobiliario y los productos financieros-- no le afecta nunca la crisis. Hemos vendido muchas piezas a coleccionistas pero también a profesionales medios", explicó una de las responsables de Distrito 4, donde también pueden encontrarse cuadros por 1.500 euros. Guillermo de Osma, propietario de la galería del mismo nombre, donde se expone un picasso de 500.000 euros pero también piezas de 1.300 euros, expresaba su satisfacción por las ventas pero no tanto con la organización. "Pagamos una burrada por el espacio --220 euros por metro cuadrado-- pero los servicios a los expositores son un desastre, empezando por el restaurante o las cafeterías, pocas y alejadas", indica este galerista, al que le parece "antipático" haber subido el precio de las entradas --32 euros frente a los 30 del 2007-- "porque solo repercute en el que viene, no en nosotros.