El poeta y pintor Joaquín Lobato, hijo predilecto de Vélez-Málaga y secretario de la Fundación María Zambrano, falleció ayer por la mañana en el Hospital Comarcal de la Axarquía, ubicado en esta localidad malagueña, a los 62 años de edad y después de una larga enfermedad.

Lobato nació en Vélez-Málaga en 1943 y su producción artística es difícil de catalogar, ya que cultivó la poesía, el teatro, la narrativa y la pintura.

El alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Souvirón, mostró ayer en un comunicado su "más profundo pesar" por el fallecimiento de este artista. Souvirón manifestó que "la grandeza de Joaquín Lobato no estaba sólo en su extensa y variada obra, sino también, en la humanidad que siempre ha desprendido su figura". La capilla ardiente se encuentra en el Palacio de Beniel.