Paco de Lucía vuelve a casa. La próxima semana inicia una gira por Estados Unidos y Canadá (30 conciertos en 6 semanas), pero promete que será la última. Atrás quedan también los últimos cuatro años que ha pasado semirefugiado entre gira y gira en su casa de la selva de Yucatán (México). "Echaba de menos la civilización", razona. Entre medias, el día 25 sale a la venta su nuevo disco, Cositas buenas , donde recupera voces inéditas de Camarón. "Ha sido como volver a aquellos tiempos que tanto añoro", señala el guitarrista. Francisco Sánchez Gómez (Algeciras, Cádiz, 1947) confiesa sentirse cansado. "El día que me levanto y no me duele algo, es que no me lo creo", dice. Su fatiga sólo tiene que ver con el trote que le exigían sus continuas giras mundiales, pero no con sus ansias por seguir rascando en las raíces del flamenco. Esas siguen intactas. "A partir de ahora haré giras por España y daré algún que otro concierto fuera, pero que permita dormir en casa". Una de sus citas para este año será en la capital cordobesa donde participará en el Festival de la Guitarra --que tiene lugar en el mes de Julio--."Sobre todo --añade--, me quiero dedicar a componer, a crear música, que es lo que queda. Porque un concierto se le lleva el viento".

SER MAS FLAMENCO Componer, cantar, tocar y maquinar flamenco parece no cansarle. Al contrario. A ritmo de ocho horas diarias de estudio y trabajo ha vivido los dos últimos años en su casa de México. "A veces pensaba: ¿qué hago aquí en vez de estar en la playa tomándome un daiquiri? El dinero no es la razón. Es más bien la responsabilidad lo que te anima a seguir, demostrarte a tí mismo que tu tiempo no ha pasado, que no te dedicas a vivir de las rentas".

El resultado de esa investigación son las ocho piezas de su nuevo disco, alegre y rítmico como pocos en su discografía: tres bulerías, dos rumbas, un tango, un tiento y una bulería por soleá. El Paco de Lucía de siempre, pero con los matices que le ha añadido el tiempo. "Uno evoluciona a medida que va tapando agujeros y evita fallos que antes cometía. Sólo trato de ser cada vez más flamenco y seguir avanzando en cuanto a armonía". ¿Y qué es ser más flamenco? "Más flamenco es algo que cuando lo oye un flamenco se tiene que levantar", elude.

El guitarrista sólo se pone serio para hablar de Camarón. "Cuando se murió me quedé en la cuneta. El me aportaba la inspiración", dice. La recuperación de su voz en la bulería Que venga el alba , acompañado por Tomatito, le sabe a viaje en el tiempo. "Cuando terminamos de grabarla, el Tomate y yo estuvimos a punto de llorar. Era como si Camarón acabase de cantarla y hubiese salido al bar a tomar un café", relata.

Advertido contra quienes rechazan experimentos necrológicos, Paco sostiene: "Hay un montón de grabaciones valiosísimas de Camarón que nadie ha escuchado.