El Rey inauguró ayer en la Fundación Miró de Barcelona una exposición que recoge más de 100 obras del escultor vasco Eduardo Chillida, en la primera retrospectiva que se realiza desde su muerte, el 19 de agosto de

2002. Don Juan Carlos, acompañado de la viuda del artista, Pilar Belzunce, del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, del alcalde de Barcelona, Joan Clos, y de la ministra de Administraciones Públicas, Julia García Valdecasas, recorrió la muestra, que abarca todos los aspectos del trabajo del escultor donostiarra.

A través de obras de pequeño y gran formato se plasma su trayectoria, desde sus inicios figurativos en París, a finales de los cuarenta, a su paso por la abstracción y su evolución posterior, en la que los protagonistas fueron el vacío y el espacio.

La directora de la Fundación, Rosa María Malet, explicó a Don Juan Carlos el contenido de la exposición, que se inicia con una de las más antiguas de sus obras, realizada durante su estancia en París, en 1948, en yeso y titulada Forma .

El Rey pudo apreciar en su recorrido la fuerza de la obra del escultor donostiarra, que en 1987 fue distinguido con el premio Príncipe de Asturias de las Artes, que resalta en sus trabajos en la dureza del hierro y del acero y en la ductilidad y cercanía de la tierra cocida.

Las obras proceden del museo Chillida- Leku de Hernani, que pertenecen a la familia del artista, y de 23 colecciones públicas y privadas de diversas partes del mundo.

Con esta selección que incluye la retrospectiva se quiere ilustrar el trabajo que realizó Chillida con materiales tan dispares como el granito, el hierro, la pizarra o la terracota, complementadas con su serie de dibujos Gravitancias y el documental El arte de los sueños .

En el vídeo, realizado por la hija del artista, Susana Chillida, el escultor habla de sus inicios y de su último trabajo público, el vaciado de la montaña de Timanfaya, en Fuerteventura.

La Fundación inaugura con esta retrospectiva, que permanecerá abierta al público desde mañana, 21 de noviembre, hasta el 25 de enero del próximo año, la temporada artística 2003- 2004, para rendir homenaje a un buen amigo de Joan Miró y uno de los escultores más importantes del siglo XX.