FESTIVAL DE PIANO

´RAFAEL OROZCO´

Intérprete: Peter Bithell (piano)

Lugar: Conservatorio Superior de Música

Día: sábado, 15 de noviembre

Un sábado más el auditorio del Conservatorio Superior de Música congregó a varios cientos de espectadores para asistir a una nueva sesión del II Festival de Piano Rafael Orozco. El protagonista era en esta ocasión el pianista inglés Peter Bithell, ganador de varios concursos internacionales y profesor en la acreditada Guidhall School de Londres. Bithell comenzó con una muy personal versión de la Fantasía cromática y fuga , de J.S. Bach, que es una obra escrita para clavicémbalo o clavicordio, pero que los pianistas han incorporado a su repertorio desde la época romántica, con los problemas de interpretación que ello conlleva. También con un espíritu de fantasía e impronta improvisatoria, a Bach le siguieron las ocho piezas del op.12 de Schumann. Ya la primera nos introduce en un ambiente muy romántico y de sonoridades etéreas, que Bithell tradujo con una expresividad extraordinaria (justa en el uso del rubato y atenta a las voces interiores) y un intimismo natural que quedó más resaltado si cabe ante la tempestuosidad del segundo número, muy característico de la música para piano de Schumann, al igual que el apasionado Nocturno de después, muy bien tocado, a la que el pianista británico supo dar unidad y sentido para los oyentes. Fue además una muestra interpretativa sobresaliente, con una musicalidad fuera de lo común, rica en contrastes en virtud del carácter de cada una de las piezas, y una sonoridad con muchos matices, pero siempre plena y cuidada. Peter Bithell, profesor de prestigio en Europa, dio una lección con su forma de entender la obra de Schumann.

ESPECIALISTA EN CHOPIN Varias composiciones de Chopin integraban la segunda parte del concierto. Chopin es el piano por excelencia, y Peter Bithell es un especialista en la música del compositor polaco. Su interpretación de la Barcarola fue de una frescura y belleza que embelesaban. Frente a la densidad sonora con que tradujo a Schumann, ahora Bithell hizo cantar al piano de otra manera, con un mayor carácter vocal, fraseando a la perfección esas bellas cantilenas y melodías, como después en la Berceuse , en el Nocturno op.62 , en mi mayor, o en la Cuarta balada . En todo dio Bithell una medida de excelente músico, de artista que ha profundizado en la verdad de lo que interpreta. Es un pianista con un sonido particularmente hermoso, con una musicalidad y poder de comunicación admirables, y con un sentido del recital y de la entrega al público que merecería la reflexión de quienes anteponen la completa pulcritud en la ejecución, a la actitud sincera de estar dispuestos a darlo todo en el escenario y vivir cada concierto como un momento único e irrepetible, aun a riesgo de que se resienta esa pulcritud (que tantas veces esconde falta de ideas y de personalidad musical).