Hasta el último detalle, todos y cada uno de los secretos que han hecho posible recrear en la pantalla el universo del El señor de los anillos quedan desvelados en una exposición que ayer se inauguró en Londres. Cómo ya ocurriera con la reciente muestra sobre James Bond, el Museo de Ciencia de la capital británica vuelve apostar por la magia cinematográfica, que tanto le gusta del gran público. La venta anticipada ha batido ya todos los récords del museo, con 14.000 entradas reservadas antes de abrir sus puertas. En Lord of the Rings Motion Picture Trilogy se han reunido centenares de vestidos, armas, máscaras, maquetas y modelos originales, utilizados en los dos filmes realizados hasta ahora, La comunidad del anillo y Las dos torres . Los organizadores esperan recibir para octubre unas cuantas piezas más, que ahora están siendo utilizadas en las últimas tomas de la tercera entrega El retorno del rey , que será estrenará estas navidades.

Hasta ese momento los fans de la saga creada por Tolkien, pueden extasiarse contemplando la espada grabada de Arwen, las túnicas y capas de Aragorn o el arco y las flechas de Galadriel. Todos los vestidos y armas han sido realizados copiando minuciosamente patrones y modelos originales de la época medieval. La indumentaria de los hobbits está inspirada en las ropas de los campesinos ingleses de 1800.

"Se hicieron 10.400 trajes sólo para los extras y el rigor de cada uno de los detalles es impresionante", afirma James Rudoni, uno de los responsables de la exposición. "La gente que ha trabajado en este proyecto conocía perfectamente la historia y trataron de que los actores se metieran de lleno en los personajes", añade.

TRUCOS DE MAQUILLAJE

La exposición también descubre los trucos empleados por los especialistas en maquillaje, tan espectaculares y complejos, que a veces exigían a los actores hasta cinco horas diarias de preparación. El director Peter Jackson ha echado mano de los más sofisticados recursos de la tecnología digital y de algunos juegos muy ingeniosos de perspectiva, para crear ejércitos virtuales y resolver problemas como las diferencias de tamaño entre los hobbits, que apenas miden 1,52 metros de estatura y los elves, que miden 1,83. "Sin ninguna duda ha sido el mayor desafío de mi carrera", reconoce Richard Taylor, creador de los efectos especiales, que han sido recompensados con dos Oscars. "Es el mayor proyecto cinematográfico jamás realizado y es además una fabulosa pieza de ingeniería", señala Rudoni.

La exposición fue ideada por el museo Te Papa Tongarew de Nueva Zelanda, donde se inauguró el pasado año. Londres será la única ciudad de Europa donde se exhiba hasta el próximo 11 de enero. Después viajará a Boston, Sydney y Singapur.