El poeta cordobés Luis Jiménez Martos (1926-2003) descansa en el Sur, como fue su deseo, desde ayer por la mañana, cuando sus cenizas fueron enterradas en el cementerio de la Salud.

"Al Sur me iré. Tiene que ser al Sur cuando me muera". Estos versos del poeta fallecido pertenecen al final de una poesía de viajes sin título, recogida en el libro 22 poetas cordobeses , que fue leída por la poetisa Juana Castro al terminar la misa de funeral por el alma de Jiménez Martos en la iglesia Nuestra Señora de la Paz de San Basilio.

Juana Castro, bastante emocionada, quiso recordar al maestro, que la acogió en los años 80, con sus propias palabras y por eso empezó a recitar el poema "puede que diga verde y sea amarillo" ante la familia del difunto, amigos, poetas, pintores y representantes de la política de Córdoba.

"MUY IMPRESIONADA"

La viuda de Luis Jiménez Martos, Pilar Guerrero, afirmó tras la misa de funeral que la lectura del poema por parte de Juana Castro la había dejado "muy impresionada", porque "estamos precisamente aquí, en Córdoba, porque él quería este final y porque él sabía dónde iba a ser enterrado".

El poeta Carlos Clementson también quiso despedir al director de la colección de poesía Adonais con la lectura de otro de sus poemas "muy hondos" de su poemario Madre de mi ceniza . Clementson recitó estos versos en el cementerio, donde las cenizas del difunto fueron acompañadas por sus familiares y amigos.

Carlos Clementson recordó a Jiménez Martos por su cordialidad y por su profundo amor a Córdoba y reconoció que "casi todos los poetas de Córdoba hemos podido publicar nuestros versos gracias a él, que los editaba en la colección Adonais ".

Clementson destacó del autor de obras como Encuentro con Ulises , por el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1969, no sólo su labor como poeta, sino también como crítico y como antólogo de la poesía española. "Fue el primero que realizó una antología del grupo Cántico y quien redescubrió a la generación del 36", dijo este poeta y profesor de Literatura.

Clementson no quiso, ni pudo, olvidar poemarios de Jiménez Martos como Por distinta luz , dedicado a su padre, o Madre de mis cenizas . Sin dejar de citar su poesía de viajes de Encuentro con Ulises . "Jiménez Martos descubrió el mar y la cultura mediterránea con Encuentro con Ulises y por él le concedieron el Premio Nacional de Literatura", comentó Carlos Clementson.

Como editor --según Clementson--, a través de su responsabilidad como director de la colección Adonais de poesía desde 1963, publicó a todos los poetas españoles y, especialmente, a los del sur.

Para el poeta José de Miguel, Luis Jiménez Martos fue "un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno. Entregado en cuerpo y en espíritu a la poesía".

Tras la misa de funeral --oficiada por el párroco de San Basilio, Alfonso Ruiz-- José de Miguel explicó que Jiménez Martos fue "un ser entrañable. Muy amigo entre sus amigos y un editor muy pendiente del Sur".

También acompañaron a la viuda y a los hijos, personalidades del mundo de la cultura de Córdoba como el pintor Antonio Povedano, Rafael Mir, Agustín Gómez, Antonio Rodríguez y Francisco Carrasco Heredia.

"UN HOMBRE MUY GENEROSO"

Por su parte, la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, Rafaela Valenzuela, resaltó de Luis Jiménez Martos que fue "un hombre muy generoso" y contó como la había ayudado a realizar un trabajo de investigación sobre las revistas literarias de los años 50. "El fundó, junto a Sebastián Cuevas y a Gabriel Moreno, la revista Arkángel en 1953 y me prestó ejemplares totalmente incontrables. Luego en 1955 se fue a vivir a Madrid y durante mucho tiempo mantuvimos correspondencia", dijo Rafaela Valenzuela.

La delegada afirmó también que estaba presente en el funeral no sólo como representante político en Córdoba, sino también por la relación más personal que mantuvo con el poeta. "Hay poemas francamente conmovedores en el poemario Madre de mis cenizas ", comentó Rafaela Valenzuela.

También acompañó a la familia el que fuera director del Gran Teatro y actual concejal popular del Ayuntamiento de Córdoba, Manuel Angel Jiménez.

"UN HOMBRE QUE SUPO AMAR"

El párroco de Nuestra Señora de la Paz de San Basilio, Alfonso Ruiz, dijo que Luis Jiménez Martos fue "un hombre que supo amar, servir, ayudar y colaborar". El padre Alfonso reconoció que debido a sus obligaciones misioneras no había conocido a Jiménez Martos y tampoco su obra, pero que sabía que "él veía la muerte como un paso más". El poeta descansa ya en el Sur.