En 1939, del cielo de Nueva York llovió la Declaración de independencia de la imaginación y los derechos del hombre a su propia locura . El manifiesto, lanzado en panfletos por Salvador Dalí desde una avioneta alquilada, era un texto de protesta del artista ante los cambios que los organizadores de la Exposición Universal le habían obligado a hacer en el pabellón que él había preparado para la muestra. Ahora, Nueva York rinde tributo al genio entonces incomprendido y desde ayer su Sueño de Venus puede recorrerse a través de fotografías, dibujos, bocetos y diseños en el Museo de Arte de Queens.

Como si la casualidad hubiera querido sumarse al tributo, la sede del museo que acoge hasta el 7 de septiembre la muestra --que se inauguró en 1999 en la casa museo de Figueres y pasó después por el Museo de Arte Moderno de Miami-- se sitúa en el único edificio que quedó en pie tras aquella Exposición, el New York City Building. Corrían entonces los tiempos de la Gran Depresión y los organizadores quisieron hacer una oda al progreso.

Entre los primeros lavavajillas, las primeras fotografías en color, las medias de nylon y los aires acondicionados que se mostraban en la Exposición --en la que se estrenaron también las retransmisiones televisivas en directo--, Dalí proponía una puerta abierta a los sueños. Lo hacía con un pabellón que se considera una de las primeras instalaciones de la historia, donde combinaba desde arte plástico hasta modelos vivas pasando por grabaciones de sonido, como el canto de sirena interpretado por Ruth Ford, una leyenda del cine de serie B. Dalí tuvo incluso que alterar la fachada del pabellón, una sinuosa composición de caucho plagada de protuberancias. Dalí acabó colocando dentro de una de las cavidades de esa fachada El Nacimiento de Venus , de Boticcelli, --y en otra el San Juan Bautista, de Leonardo da Vinci-- El surrealismo de Dalí, su radicalidad, sus desnudos, acabaron en 1939 desplazados a la zona destinada al entretenimiento. Ahora, vuelven al escenario central de aquella Exposición. Su sueño, el sueño de Venus, sigue vivo.