Mirar atrás para dar un paso adelante. Con este lema, Metallica ha vuelto a la vida después de unos años en los que se veían más cerca de los libros de historia musical que de grabar un nuevo disco y salir de gira. La banda de rock duro ha superado todos sus problemas existenciales, ha contratado un nuevo bajista y vuelve a la carretera con St. Anger , un disco que se pone a la venta hoy compuesto con la fuerza de su primera época. El día 21 tocarán como cabeza de cartel del Doctor Music Day de Barcelona.

En los últimos 20 años, Metallica ha sido un referente del rock en todo el mundo. Sin embargo, desde su último disco de estudio, Re-load (1997), el grupo empezó a pisar suelo blando. "Era una cuestión de fe. Habíamos perdido la confianza. Ya no éramos invencibles", explicaron ayer en Madrid dos de sus miembros, James Hetfield y Kirk Hammet, que ya están preparados para iniciar mañana su gira europea en Nurenberg (Alemania).

"Estar otra vez en marcha es excitante, sobre todo al pensar que hace poco más de un año se podía decir que estábamos prácticamente muertos". Una de las causas de su gran depresión fue la marcha del bajista Jason Newsted. Otra, los problemas con el alcohol de James Hetfield. Y también se complicaron la vida en una batalla por los derechos de su música en internet.

TERAPIA DE GRUPO

Entre unas cosas y otras, se agotó su creatividad. El último disco que editaron fue un directo con la Sinfónica de San Francisco. Al final, tuvieron que acudir al terapeuta. "Uno de los motivos fundamentales para buscar un terapeuta fue para convencer a Jason de que volviera al grupo, pero no hubo manera".

Sin embargo, aprovecharon las sesiones para "perder los miedos, volver a ganar confianza en nosotros y sentirnos otra vez como hace 10 años". En la rehabilitación ayudó mucho la contratación de un nuevo bajo, Rob Trujillo, que fue miembro de Suicidal Tendencies . "Ya es uno más de la familia".

Con las pilas puestas, volvieron al estudio "para canalizar la energía, la rabia, de una forma positiva ". Y surgió St. Anger.