El día en que derribaron las torres gemelas, Philip Noyce estaba discutiendo en las oficinas de Nueva York de los estudios Miramax los pormenores del estreno de su versión de El americano impasible , de Graham Greene. "Desde allí lo vimos todo", dice en Madrid el director australiano. A partir de ese momento, "se paralizaron los planes para lanzar la película y tuvimos que esperar más de un año para estrenarla", añade Noyce, que considera "un milagro" la candidatura para el Oscar de su protagonista, Michael Caine. "Apenas llegamos con tiempo para que la vieran los miembros de la Academia".

Noyce reconoce que después del atentado no era el mejor momento para estrenar una película que critica la política exterior de Estados Unidos. "Pero las cosas fueron a peor porque los norteamericanos se sentían violados y no querían escuchar nada en su contra". Recuerda el cineasta que cuando presentó la película en Hollywood recibió algunas notas muy duras por parte de los ejecutivos de los estudios. "Decían que Stalin estaría orgulloso de mi trabajo, y trataron de ejercer una censura absoluta".

Graham Greene ambientó su novela en Saigón, en 1952, en la fase previa a la incorporación de Estados Unidos a la guerra de Vietnam. Noyce cree que la suya es la primera adaptación fidedigna de la novela de Greene, escrita en 1955, aunque Joseph L. Mankiewicz ya la había trasladado al cine en 1958. "Lo de Mankiewicz no fue una versión, sino una perversión. En esa película las bombas las ponían los comunistas, no los americanos", comenta.

Además de Michael Caine, protagonizan la cinta Brendan Fraser y la vietnamita Do Thi Hai Yen. La intérprete, también presente en Madrid, afirma que "la acogida de la película en Vietnam ha sido fantástica porque, por primera vez, una gran producción es fiel a lo que ocurrió en aquellos momentos". Al lado del grandote Noyce, la actriz parece una muñequita. Entre los productores ejecutivos del filme figuran Sidney Pollack y Anthony Minghella. Noyce habla de su película en una habitación del hotel Palace. Si hubiera estado el sábado en Madrid, habría visto desde su ventana a un millón de personas manifestándose en contra de la guerra. "Yo estuve en la manifestación de Londres. La respuesta de la gente ha sido fantástica. Creo que la locura de la Casa Blanca es mayor que la de Sadam Husein".

El director australiano ha trabajado 12 años seguidos en Estados Unidos. Es el autor de Juego de patriotas y Peligro inminente , filmes muy del gusto norteamericano. "En Hollywood he engordado en todos los sentidos", dice.