Novela
Una niña hecha y derecha

Pia Edvardsen. | EDITORIAL CONSONNI
Una vez más, la siempre estimulante editorial Consonni demuestra que tiene muy buen criterio para encontrar y editar novelas poderosas, especiales, que van más allá del mero entretenimiento y que responden desde la literatura a necesidades de la sociedad y grandes causas de progreso. La novela, delicada y vigorosa a un tiempo, dulce y desgarradora, narra la historia íntima de una mujer joven que arrastra desde la adolescencia una vida en apariencia «normal» que en realidad está consumiéndola: un noviazgo heterosexual, expectativas familiares y una identidad conformista. Pero bajo esa superficie late una disonancia profunda. Cuando finalmente reconoce que no encaja en ese molde impuesto por una sociedad que presume de inclusiva pero en la que ser homosexual sigue siendo una carga, estalla una ansiedad tan intensa como silenciosa.
Pia Edvardsen (Oslo, 1987), periodista y escritora, toma como base su propia vivencia con la terapia de conversión -una práctica que intenta forzar la renuncia a la identidad sexual mediante tratamiento psicológico-, y traduce esa experiencia en una voz narrativa de una honestidad desnuda. Su estilo apenas sugiere, como un grito callado y contenido. Cada frase vibra auténtica, y la observación atenta de los detalles cotidianos crea una realidad poética e inmediata que enriquece mucho la historia.
La delicadeza con que describe ese momento vital -cuando el cuerpo y el deseo se alzan por fin contra las imposiciones sociales- confiere una ternura inigualable. No hay efectismos, no hay dramatismo grandilocuente: solo una verdad que duele y sana al supuesto lector. La protagonista no solo se enfrenta al entorno, familiar y amoroso: se enfrenta a sí misma, a su propio miedo a desaparecer una vez que reconozca su homosexualidad, a convertirse en alguien que nunca tuvo oportunidad de ser.
La novela articula un contrapunto entre el abrazo público de la homosexualidad y la urgencia de vivir la propia vida. Esa tensión no se resuelve en un alegato moral ni en un mensaje grandilocuente, sino en la textura íntima del vivir: en la respiración agitada, en el pulso que se normaliza al reconocerse, en la construcción sentida y cotidiana del ser. Hay imágenes bellísimas al respecto. A través de una estructura de escenas mínimas, muchas veces centradas en la vida doméstica o el cuerpo en reposo, la narración capta cómo la transformación más profunda ocurre en lo pequeño. Una niña hecha y derecha explora el coste emocional de negar la condición propia y el alivio que viene con la aceptación. No es solo una historia sobre identidad sexual, sino sobre la verdad más esencial de cada uno. Una novela plena de ternura y de verdad interior, capaz de remover conciencias y, al mismo tiempo, de sostener un desafío a la sociedad. La intimidad que alcanza Edvardsen con su escritura convierte cada página en espejo y consuelo, en un espacio de posibilidad para llegar a ser sin miedo. Una de las exploraciones de la identidad sexual más bellas que he leído.
‘Una niña hecha y derecha’.
Autora: Pia Edvardsen.
Editorial: Consonni. Madrid, 2025.
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