Galería Studio

Esperando a Godot

Esperando a Godot

Esperando a Godot / Manuel Ángel Jiménez

Manuel Ángel Jiménez

Manuel Ángel Jiménez

Un banco suspendido entre la maleza, sin patas, levitando. Mágico. Parece como si esperara la llegada de algún paseante cansado de una larga caminata. O quizás, no. Un lugar donde sentarte y cumplir algún deseo, como aquella lámpara maravillosa de Aladino. Aunque eso ocurre solo en los cuentos, ojalá sucediera en estos tiempos tan extraños y siniestros. Tiempos de guerra y exterminios, tiempos de corrupción donde todo huele a podrido mires a donde mires… y no estamos en Dinamarca.

El escritor irlandés Samuel Beckett escribió, en francés, ‘En attendant Godot’, uno de mis textos dramáticos preferidos, como bien saben los que fueran mis compañeros de estudios en la ESAD. Ha habido no pocas teorías sobre a quién se refería el autor con ese nombre que culmina el título de esta pieza tan representativa del Teatro del Absurdo: desde Dios (’God’) hasta un ciclista que llegaba el último, pasando por una calle de París homónima o por De Gaulle. Sin embargo, yo siempre he tenido mi propia hipótesis: todos añoramos un Godot, que nunca llega… o sí.

Y, mientras tanto, la vida pasa con eso que muchos llaman fe… o esperanza.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents