El zaguán
Alquimia del amor consciente

'La alquimia del amor consciente' / Córdoba
No todos los buenos libros de poesía pueden gozar de un prólogo excelente, como ocurre en este de Julio Sánchez Martín. Lo que dice el poeta y periodista Javier Lostalé de este breve poemario tintado de amor puro es algo que uno agradece, pues realza el valor de los versos nobles, místicos, de un poeta que vive deseando «ser acacia/ que ofrece sombra a un sueño». Julio Sánchez Martín dibuja un mundo acariciado por la luz de un otoño ocre, intemporal, donde abre el amor veredas de oro y fieltro: «Te busco en las orillas/ y en el canto de los mirlos». Como un golpe de sol que abre rendijas de silencio en el aire vacío de una estancia polvorienta, Julio Sánchez Martín aviva con sus versos los flancos más doloridos y penumbrosos de la vida en pareja. Como si sostuviera una alondra de cuarzo dentro de su pecho y la hiciera brotar para dársela al amado, este autor zamorano regala a sus lectores una poesía delicada que va en vuelo como los versos místicos y sagrados de San Juan de la Cruz. Hay una alquimia pudorosa de poemas bordados por los dedos de la luz. En los versos de Julio gorjean los ruiseñores. El poeta camina en busca del amado y se siente frágil, y al mismo tiempo, fuerte en la Naturaleza, en la brisa de los campos, en las nubes del cielo, en los árboles que vibran como olas seda dentro de su corazón.
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