Teatro
Amestoy: teatro y borbones
El dramaturgo publica en Cátedra la trilogía ‘Todo por la corona’

El dramaturgo Ignacio Amestoy, durante una conferencia. / Fundación Juan March
El pasado 2023 tuve oportunidad de compartir amistad y conferencias con Ignacio Amestoy, sobre el que dicté una titulada «Disidencia, renovación y heterodoxia en el teatro de Ignacio Amestoy y José Moreno Arenas», en el Décimo Seminario Internacional de Estudios Teatrales. Lo considero uno de los grandes de la escena española contemporánea desde 1980, con 40 obras escritas y estrenadas.
Hoy quiero escribir sobre su trilogía ‘Todo por la corona’, que incluye tres obras independientes: ‘¡Adiós, Borbón! Las reinas de Alfonso XIII’, ‘El borbón rojo. La larga jornada del conde de Barcelona’ y ‘Un borbón en el desierto. Juan Carlos, el camaleón’.
Es una edición de Fernando Doménech Rico, que hace una importante introducción de 78 páginas. Aunque mi comentario es una ligera aproximación por la clausura del espacio de que disponemos, ya habrá tiempo de escribir pormenorizadamente de ellas. Sí me gustaría destacar los elementos clave de las mismas y mi impresión de lectura, también como dramaturgo.
Lo primero que habría que advertir al desconocedor de su trayectoria dramatúrgica es que estamos ante uno de los autores más importantes de España sobre el teatro-documento, al que pertenece esta trilogía. Su recreación sobre personajes históricos ha sido constante. En esta ocasión se centra en Alfonso XIII, el Conde de Barcelona, el frustrado Juan III, y Juan Carlos I. Existía ya una inaugural tradición sarcástica sobre los Borbones que actuó despiadadamente sobre ellos ejercida fundamentalmente por Valle Inclán, al que incluso en un momento determinado cita en la primera obra aludiendo a su «Farsa y licencia de la reina castiza», donde escarnece a la reina Isabel II.
La documentación reunida por Amestoy ha sido profunda y rigurosa tanto desde un punto de vista histórico como sociológico o incluso costumbrista, pues está lleno de detalles que conforman la vida de cualquier ser humano. Esta base documental le ha servido para construir tres historias que conduce linealmente en el tiempo –salvo alguna analepsis- y centrado en situaciones relevantes de su existencia que, en algunos casos (Alfonso XIII y Juan Carlos I) se centran en la relación sentimental con otras parejas o amantes, así como las relaciones íntimas con ellas, la actriz Moragas en el caso de Alfonso XIII o Corinna en el caso de Juan Carlos, que actúan como personajes esenciales. La dimensión humana y, por tanto, sexual está muy presente, y el retrato que nos ofrece es certero, sirviendo de instrumento clarificador a las nuevas generaciones en torno a los pasos dados por los monarcas y las consecuencias de sus actos; de ahí su dimensión didáctica también.
La ironía, que no tanto el sarcasmo, es constante pero, salvo quizá el caso de Juan Carlos I, donde su perforación crítica es mayor, la imagen que ofrece de Alfonso XIII y el conde de Barcelona tiene algo de anuencia o al menos no es la imagen tan condenatoria que teníamos de ellos. Quiero decir que en manos de Valle Inclán hubiéramos llegado al despedazamiento.
Contrapunto
En todas ellas hay un personaje esencial que dialoga constantemente con el rey de turno convirtiéndose como una especie de voz de la conciencia o incluso del pueblo, que sirve de contrapunto, me refiero a Francesillo, bufón del emperador Carlos V, sabandija de la corte, de ascendencia judía y traído a estos pagos para, como dice Doménech: «jugar con tiempos, con lugares y con personajes como si de un juego de malabarismos se tratara».
Desde el punto de vista de la puesta en escena, los constantes cambios de situación ofrecen una solución dramatúrgica ágil, animada y solvente, habiendo seleccionado situaciones y diálogos que pueden ser de gran interés para el espectador. No obstante, llama la atención que, por ejemplo, no ponga frente a frente a Alfonso XIII y al dictador Primo de Rivera, ni que tampoco exista ese diálogo entre Franco y el conde de Barcelona.
En la primera están muy presentes el atentado de Mateo Morral, las desavenencias con la reina a cuentas de la hemofilia que trajo a la corona o las críticas de su madre, la amistad con Churchill, el suicidio del confesor de la reina, las guerras con Marruecos, la dictadura de Primo o las intrigas palaciegas…, así como su salida del país. En la segunda, emerge la figura del conde de Barcelona desde su apoyo a la dictadura de Franco, sus desavenencias con él y la imagen del luchador de causas perdidas porque nunca logró ser rey y esa frustración es contada con gran interés. En la tercera y última, desde mi punto de vista la mejor, Amestoy ofrece una obra de gran interés con la doble personalidad del monarca de turno y su afán por el dinero y el sexo –hasta 4.786 amantes, se dice-, así como los titubeos sobre su intervención en el 23-F, y el buen homenaje a Beckett y al circo. Como camaleón que se lava las manos. En definitiva, una magnífica imagen de los últimos 125 años.
‘Todo por la corona’.
Autor: Ignacio Amestoy.
Editorial: Cátedra . Madrid, 2025.
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