Biografía
Ejemplo de la banda sonora del siglo XX
Jordi Puntí disecciona el espectáculo, a través de la vida de Xavier Cugat

Xavier Cugat, en el centro junto a su mujer, en los años sesenta. | Efe
Acaba de publicarse en castellano ‘Confeti’, de Jordi Puntí (original catalán Editorial Empúries, 2023), traducido por Rita da Costa. El autor catalán presenta una obra a medio camino entre la biografía, el ensayo narrativo y la crónica cultural. Este libro no es sólo un retrato de Xavier Cugat, el singularísimo músico catalán que triunfó en Hollywood y popularizó los ritmos latinos en Estados Unidos; es también una reflexión interesante sobre el espectáculo, la identidad y la capacidad de reinvención personal de un célebre personaje a lo largo del siglo XX.
Podríamos decir que, en realidad y de un modo ya sea provocado o por natural desarrollo, Xavier Cugat, nacido en Girona en 1900 y con el verdadero nombre de Francisco de Asís Javier Cugat Mingall de Bru y Deulofeu. Emigró con su familia a Cuba siendo niño, y desde allí construyó una carrera deslumbrante que lo llevó a ser conocido como “El Rey de la Rumba”. Violinista, caricaturista, director de orquesta, ‘showman’ incansable y figura recurrente en películas de Hollywood, la mayoría de apariciones interpretándose a sí mismo. Su vida resulta una coreografía o una coctelera de excesos, ‘glamour’ y contradicciones, aderezados por un singular ego de estrella, baste pensar que era conocido por sujetar en sus brazos un perrito chihuahua mientras dirigía su orquesta. Se casó cinco veces, casi siempre con vocalistas que encontraba muy jóvenes y moldeaba, entre ellas con la actriz Abbe Lane, Carmen Castillo o Charo Baeza. Como señala al autor, «nunca estaba solo. Desde el primer momento, había tenido una mujer a su lado». Uno de sus aspectos llamativos reside en que cultivó una imagen extravagante y supo colocarse siempre en el centro de los focos, hecho que sirve para organizar el armazón narrativo, aunque para huir de la biografía, que ya existían se presta la voz a un personaje que acompaña a lo largo de su vida artística al músico. Jordi Puntí no cae en la trampa del elogio acrítico, ni en la desmitificación fácil o quizás lo más loable, en la caricatura de alguien que podría responder con exactitud a ello. El autor explora con ironía y agudeza la vida de Cugat, un personaje que parece sacado de una película de Billy Wilder. En palabras del propio Puntí: «Cugat era un maestro del marketing antes de que existiera el término». El título, ‘Confeti’, funciona como metáfora de su vida: colorida, vistosa, pero también volátil y superficial. Podemos encontrar en la lectura, tanto la fanfarria vital como los momentos de duda y soledad que echan a los dioses del olimpo artístico que tan bien reflejara Billy Wilder con la diva Gloria Swanson en el papel de Norma Desmond. El libro se estructura como un mosaico narrativo, compuesto de anécdotas, escenas cinematográficas, citas de entrevistas y recortes de prensa, acompañados de una voz narrativa que no se nos revela de manera intencionada. Una de las virtudes de Puntí es saber detectar las grietas en el personaje: «Cugat se inventó a sí mismo tantas veces que al final ya no sabía quién era», escribe, con una mezcla de asombro y melancolía. El propio narrador se atribuye la creación de una expresión para tener en cuenta cuando Cugat habla de sí mismo: la Galería de Recuerdos Inventados.
En contraste con otras biografías de Cugat, como ‘Rumba is My Life’ (1959), escrita por el propio músico en tono más bien autocelebratorio, ‘Confeti’ destaca por su voluntad literaria y por una escritura elegante y reflexiva, con la suficiente distancia para no quedar atrapado en la empatía hacia el protagonista.
Puntí no busca sólo contar una vida, sino también comprenderla, que es de agradecer ante un personaje tan hiperbólico y así desentrañar el modo en que se convierte en espectáculo. ‘Confeti’ es una obra muy recomendable para quienes quieran entender cómo la cultura del espectáculo moldeó las vidas y las identidades del siglo XX. Tal vez, y es apunte personal subjetivo, podría haberse quedado en menos páginas sin haber desmerecido el conjunto, se ha estirado alguna parte sin que tampoco fuese necesaria. No obstante, la prosa de Puntí retrata a un Cugat y a una sociedad que a veces se miran ante el espejo y necesitan expresar ante sí mismos qué ven en realidad. Como bien señala el autor: «Cugat no fue un farsante, fue un artista del simulacro».
‘Confeti’.
Autor: Jordi Puntí.
Editorial: Anagrama. Barcelona, 2023.
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