GALERÍA STUDIO
La piel triste

La piel triste | MANUEL ÁNGEL JIMÉNEZ
Un viaje desde la abstracción hasta la sugerencia de posibles formas y contrastes, metáforas, caminos hacia el pensamiento, la razón. Buscando mapas de geometría, oscuridades, protuberancias, oquedades... luces y sombras. Pienso un título («La piel triste») para esta serie fotográfica, la más reciente que compongo a partir de fragmentos de cortezas arbóreas, inspirándome los títulos de dos películas filmadas por François Truffaut: «La piel suave» y «La piel dura». Así pretendo, además, rendir homenaje al director francés de la «nueva ola» que amaba el cine y, a la vez, a ese tiempo en que lo descubrimos, allá por los años del Cine Club Liceo.

La piel triste. / Manuel Ángel Jiménez
Una época ilusionante para amantes del séptimo arte, cuando cada fin de semana era la cita, para volver a enamorarse con una nueva cinta que nos sorprendiera. Rohmer, Godard, Bresson, Wenders, Bergman... y tantos cineastas que inocularon el veneno del séptimo arte en aquellos buscadores de tesoros fílmicos, reconvertidos en insaciables cinéfilos, capaces de sentir ese impagable regalo que siempre es la posterior digestión de una obra de arte, ese paseo reflexionando sobre lo que uno ha visto y le ha trastocado por dentro, para siempre. La arboleda perdida.
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