novela
El valor de la ficción
Jon Bilbao reivindica en ‘Matamonstruos’ el poder de la ficción para entender la existencia

Jon Bilbao. |
La obra literaria de Jon Bilbao (Ribadesella, 1972) ha sido desde sus inicios una propuesta de originalidad en un panorama literario dominado por la tradición realista, de costumbrismo rural, en el que la ficción siempre se ha visto como una hermana menor.
El autor reivindica en ‘Matamonstruos’ el poder de la ficción para entender la existencia. En el prefacio de la novela nos ofrece una declaración de intenciones: quizá el realismo no sea sino cobardía, «una renuncia a continuar buscando, más lejos, más hondo». Para el autor, el poder de la ficción puede influir en la vida de quien la lee y de quien la escribe. Puede hacer que huya la tristeza, que huya «La Araña», siempre agazapada «en algún lugar de la casa».
En ‘Matamonstruos’, el escritor asturiano retoma el personaje del Basilisco, la otra cara del pistolero John Dunbar, en sus últimos años, cuando la fama lo persigue y lo obliga a escapar refugiándose en un pequeño almacén cerca de un asentamiento navajo. La novela intercala dos tiempos y dos escenarios diferentes: el Oeste americano, un escenario de ficción con montañas, grandes cañones, búfalos, indios y todos los iconos asociados a la temática que cualquier persona de la edad del autor tiene en mente; por otra parte, está la casa natal en Ribadesella, la casa que hizo el abuelo de Jon y que siempre perteneció a su familia, el regreso al hogar, el principio de todo. Hay un paralelismo claro entre esos dos escenarios, el real y el imaginado. Ambos son paisajes en la memoria de un niño, el recuerdo de la infancia que siempre vuelve, que siempre está ahí. Las viejas películas del salvaje Oeste en el cine de barrio se convierten, en la mente del escritor, en los escenarios míticos en los que se mueve el Basilisco. Es este un personaje peculiar. Junto con John Dunbar forman uno solo y en ese uno también está el propio autor. Porque el lector siente que John Dunbar es un poco como el Jon de Ribadesella y que en ambos está o estuvo en algún momento el Basilisco, oculto, dispuesto a salir si la ocasión le brinda una oportunidad. ‘Matamonstruos’ es el colofón de una historia, el final de una etapa literaria y vital. El Basilisco es el Sherlock Holmes que el autor necesita matar. En la novela se da cuenta del viaje de Jon a Norteamérica, de sus vicisitudes familiares. Posee, por tanto, muchos rasgos autobiográficos, muchas claves para entender lo que el autor ha escrito hasta la fecha y lo que siente ante el abismo de pasar esa frontera de los cincuenta años. El viaje a Norteamérica, a las tierras de John Dunbar y del Basilisco, es un viaje paralelo al que el escritor hace a Ribadesella, pues en ambos hay una búsqueda que lleva al principio de todo. Por eso el cine está muy presente en la novela, tanto al principio como al final. Jon Bilbao creció con el cine, como lo hicimos todos los de nuestra generación. La experiencia de esas películas de indios y vaqueros, las mismas que hoy parecen demasiado sencillas, a veces ridículas, son transformadas en la mente del autor para conseguir una experiencia literaria sublime, profunda, a la vez que extraña y misteriosa.
La escena de la representación teatral en una cueva en la que John Dunbar observa al actor que lo interpreta recuerda, por su complejidad, a la fiesta de medianoche de la novela ‘El maestro y Margarita’ de Mijaíl Bulgákov. También aquí abundan las claves que explican el oscuro personaje del Basilisco: el entierro de su perro, los disparos, el búfalo... Y luego está La Araña que se cuela en los escenarios del Oeste, como si, finalmente, también la tristeza tratara de penetrar en ese mundo de ficción. Así, la cueva en la que se da la representación teatral de la vieja compañía del Oeste tiene un claro paralelismo con las cuevas de Ribadesella, las mismas en las que transcurre la infancia del autor, las cuevas kársticas que están debajo de la casa familiar a las que vuelve al final de la novela. No es una mera casualidad que esa escena final y tan importante en el libro se dé en una cueva, un lugar oscuro que recuerda al mito de la caverna de Platón. Y así las sombras que se intuyen desde las mismas, la ficción que queda más allá de la mirada realista es y constituye la vida verdadera, aquella que oculta a La Araña. Y es esa ficción, la que quizá «pueda servir como brújula» , la que permite al fin matar al monstruo en el epílogo de una obra magistral.
‘Matamonstruos’.
Autor: Jon Bilbao.
Editorial: Impedimenta. 2024.
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