Un diario

¿Cuáles podrían ser los motivos que impulsan a una persona a querer escribir un diario? Miriam, una joven que trabaja en la gestoría de su madre, siente la necesidad de tomarse unas breves vacaciones, para centrarse en escribir un diario. De padres separados, aunque bien avenidos, se cría en casa de su abuela paterna ya fallecida. Tras verse despojada del afecto de su abuela, así como de la seguridad y protección que le ofrecía Mateo, su exnovio, experimenta la necesidad de hacer una pausa en medio de la rutina. Recurre a la ayuda indispensable del lenguaje para volcarse en la tarea de componer con palabras una visión de lo que va aconteciendo, mientras se suceden los días.

Este diario está comprimido en ocho jornadas, durante las cuales se va desvelando lo que sucede, con una habilidad tan natural y espontánea, que parece que el lenguaje fluye de forma gradual y sin esfuerzo, conformando el cuerpo de este relato.

No obstante, las acciones cotidianas no aparecen únicamente enumeradas de forma secuencial, sino que van acompañadas del efecto o sentimientos que cada una de ellas provoca en la escritora. En su mente, los pensamientos y emociones fluyen con gran agilidad. Cada evento viene acompañado de una reflexión o consideración personal, que enriquece la situación y contexto en que se produce. Como seres eminentemente sociales, la joven se relaciona con sus amigos, Elena, Juan o Marina, cuyas personalidades quedan esbozadas en breves trazos, incluyendo lo físico, lo profesional o los rasgos distintivos del carácter de cada uno.

En la cotidianeidad de la existencia de cada individuo se integran una dualidad de emociones: tristeza o alegría, ilusión y desencanto, dolor y placer... La protagonista se detiene en analizar y observar diferentes aspectos del otro; aquellos que provocan afinidad, confort o conflicto, en cada una de sus interacciones sociales. De forma gradual, conforme avanza el desarrollo del diario, el lector va adquiriendo más datos sobre la biografía de la joven, especialmente acerca de su predisposición física y anímica. De ahí, se infiere la motivación o propósito principal del presente diario. Si bien las palabras no pueden, por sí mismas, cambiar la injusticia por justicia, el desequilibrio social, ni detener las guerras, sí pueden, sin embargo, ayudar a poner en orden las ideas, estructurar los pensamientos y reflexionar sobre la forma de actuar y reparar la confrontación.

Un diario es un acto de autoevaluación, autoconocimiento y autodefinición. Tras una crisis de ansiedad, depresión y miedo, las secuelas son las sombras, siempre en acecho, y la escritura puede formularse como el bálsamo necesario para restablecer el equilibrio emocional, la confianza en uno mismo y la serenidad de ánimo.

Isabel Moreno García presenta un breve e interesante diario, en apariencia sencillo, pero agitado, no obstante, por una mente dinámica, activa y analítica. La autora propone, quizás, la necesidad de escribir, para encontrar en uno mismo el equilibrio y el espacio necesarios para la introspección, en tiempos con demasiado ruido y conflictos internos y externos, en los que las prisas no nos dejan tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos.

‘Los días’.

Autora: Isabel Moreno García.

Editorial: Triifaldi. Madrid, 2024.

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