Relatos
Sobre la ficción y otros entes
El leonés José María Merino publica el libro de relatos ‘Yo y yo en breve’
Entre los escritores que en mis años universitarios llenaron muchas horas de lecturas de relatos fantásticos se encontraban Wells, Poe o Lovecraft; en menor medida Gautier, Mérimée, Lautréamont y Maupassant. Y más adelante, con una fuerza inusitada Borges, al que dediqué mi ensayo ‘Borges: la infamia como sinfonía estética’, y Cortázar, del que en los años 80 estuve tentado escribir la tesis doctoral y me leí con fervor toda su obra. Pero ha sido en las últimas décadas José María Merino uno de mis autores más cercanos, y uno de los narradores más importantes de este país, que ya en 1985 obtuvo el Premio de la Crítica con la novela ‘La orilla oscura’ y ha recibido significativos premios como el Nacional de Narrativa por ‘El río del Ebro’ (2012) o el Premio Nacional de las Letras Españolas, y desde 2008 es miembro de la RAE.
Su última obra, ‘Yo y yo en breve’, reúne setenta y tres relatos entre dos, tres o cuatro páginas; algunos con poco más, que nos permiten adentrarnos por las entrañas de la realidad y la fantasía sin que el espacio de una u otra esté nunca cerrado. Nos son singularidades precisas y concertadas sino con profundos vasos comunicantes. Siempre consideró que en torno a estos conceptos ha existido un cúmulo de prejuicios. De hecho ha existido tradicionalmente la idea de que la literatura española, muy realista, ha sido enemiga de lo imaginario cuando realmente nuestra gran obra, ‘El Quijote’, no existiría sin ese cúmulo de imaginación y fantasía. En consecuencia, lejos de la consideración de que la literatura fantástica es algo pueril e intelectualmente despreciable, consideramos que entes, atributos y seres fantásticos deben ser considerados como materia de extraordinario interés para el lector, tanto como el juego metaliterario, tan imprescindible en la mayor parte de estos relatos. La concepción cicatera de la realidad, sin embargo, ha sido contraria al desarrollo científico como hemos visto a lo largo del siglo XX con la recepción de la física cuántica y su conformación como sistema que nos explica.
Estos relatos abordan cualquier situación que podamos encontrar en lo que «habitualmente» se llama realidad y van adentrándose por lugares que pueden desentrañar otro concepto diferenciado. Ya desde el primero, «Soñé que no tenía brazos ni piernas», el autor una y otra vez insiste en que el concepto de realidad que tenemos está periclitado y el juego entre la realidad, la ficción y la literatura está servido, a través de la propia narración en sí como de los comentarios finales que tergiversan, añaden o eliminan lo contado. Personas que entran como personajes en novelas, intercambiando verdad y mentira literaria, jugando al cruce metaliterario, conscientes de que «la realidad no necesita ser verosímil», como en la historia de los gemelos o la cercanía a Kafka en «Sueños de casta», donde el autor nos dice que «la ficción sirve para imaginarnos esas cosas», que aunque no creamos pueden ser reales. Son historias, en su mayoría basadas en aspectos de la cotidianidad que van derivando a partir de un momento determinado hasta situaciones incomprensibles o no, como en la historia de los dos curas Merino que realmente podían ser uno solo, o los centrados en la inteligencia artificial y el chatgpt, como «Del famoso mundo», con los robots que parecen seres humanos, y el comentario final del autor: «Llegará el momento en que existirán esos ‘dobles’ humanos que nadie podrá distinguir del verdadero». O el narrador que acaba creyendo que es un gato, o muy en la línea cortazariana, como «Nuevo viaje al nuevo mundo», con la utilización de textos literarios recreados, empleando la metaliteratura como proceso: literatura dentro de la literatura. También en «Las llaves concertadas», con la simbología de estas como culpables. Al mismo tiempo que el amor nos lo puede despertar una masa nebulosa, como le pasa a Adolfo en su atracción amorosa por los seres más insospechados. Son historias que nos hablan de un escritor subterráneo, ávido y enormemente creativo, con una imaginación desbordante e imprevisible en sus conclusiones, que en unos leves trazos de escritura encierra mundos definitivos, surreales o irreales, absurdos o simbólicos que nos hablan también de nuestra propia necedad e incapacidad como seres humanos. Pueden hacer referencia a nuestra codicia, miedos, alucinaciones, deseos insatisfechos, o historias como la de Inga y Gerardo, cuando descubre que esta no es una mujer sino una ninfa, «la jana de la poza datrás». La situación con Gregorio Salvador en el «Elevator» o «Las señales del multiverso», la coexistencia de realidades en el mismo espacio-tiempo. De las que creen más del sesenta por ciento de los científicos. La confrontación de las distintas partes del cuerpo o la metamorfosis de la que era jirafa y se convierte en ser humano, la suplantación, la ruta del inmigrante… Todo un mundo rico, plural, alucinatorio, mágico y extraordinariamente original y atractivo.
‘Yo y yo en breve’.
Autor: José María Merino.
Editorial: Alfaguara . Madrid, 2024.
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