Diario Córdoba

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POESÍA

Origen de la niebla

Miguel de Unamuno. CÓRDOBA

Origen de la niebla nace a la luz de Niebla, la nivola fílmica de Miguel de Unamuno. Treinta y tres poemas que responden a los capítulos de la obra, cada uno interpretado desde diferentes ópticas. No es la relación intrínseca el motivo cardinal del discurso de Guerrero, sino el proceso por el que reinterpretamos las estructuras semánticas a fin de desentrañar sus significaciones. Crear significa ser conscientes de que nada nuevo es posible si no se ha demolido antes. No suele ser la intuición el método más adecuado para enfrentarse al poema, necesitado de un selecto proceso reflexivo que, como afirma Carolina Estrada, exige un único camino: «el trabajo y el dolor». En ‘Origen de la niebla’ interactúa el universo filosófico del narrador con la perennidad de los mitos, a lo que se une el clamoroso acento de las voces familiares y el réspice de la ironía.

Vapor de tinta se muestra patinado por un carácter ontológico que vislumbra el inestable ‘statu quo’ de todo lo creado. Guerrero se adentra en la naturaleza de lo que somos, la delgada línea entre el sueño y la realidad. La concepción clásica del ‘homo viator’ se revela de manera consciente con sentido contrario: pesimista en Unamuno y prometedor en Guerrero. Frente a la simbología de los lenguajes, la figura de la madre se alza firme en la vida y se agiganta tras la muerte. Este asunto nos lega una prolífica memoria. La madre se convierte en vértice vital de muchísimos creadores, encarnándose en los objetos más cotidianos o en las concepciones más trascendentes. Guerrero tiene la capacidad de llevarnos desde la abstracción a la cotidianidad más cercana y en su conjunción mostrarnos el azar donde confluyen las ideas y las emociones. En la confrontación de los creadores se produce el constante cuestionamiento sobre el sentido de la vida y la finalidad de la existencia.

Enseres personales nos lleva a recorrer los inefables espacios del alma. Cuando la metáfora se convierte en símbolo adivinamos la necesidad del poeta por metabolizar la palabra para convertirla en objeto exegético de transformación, una manera de hacer estallar por los aires nuestra manera de entender el mundo y entendernos a nosotros mismos. En el espejo reprográfico que analiza y proyecta la doble imagen del mentor y el discípulo, la connivencia se va difuminando, creándose un espacio interactivo donde cada agonista encuentra su propia versión de lo vivido. Guerrero gusta de establecer silogismos que sustenten el desequilibrio. Y aquí el lenguaje actúa cardinalmente para armar al personaje con palabras; creando un lenguaje poblado de imágenes desvaídas que habitan el vacío; un lenguaje que desgarra el epitelio de la oscura verdad que a todos nos nombra y nos señala. En el proceso que implica la enunciación de los hechos acaecidos fuera del sujeto, la voz crece alimentada por las asociaciones que sustentan el acto poético como prolongación de la conciencia o anhelo tácito de la voluntad creadora.

Los desaparecidos cierra la tercera parte de esta glosa que coliga a dos creadores. Y de nuevo esa convulsión del ánimo que nos persigue como un perno incólume balanceándose sin pausa y soportando la estéril embestida del tiempo. Y, en este ínterin, nos desborda el insolidario juego de la verdad y la mentira, el espíritu y la materia, la ficción y la historia, el silencio y la palabra: el infausto juego de la existencia donde se forja y derruye el pensamiento. Quizás perder en este juego sea la mejor manera de iniciar el nuevo rumbo, «el arma más potente para el cambio»; pero este juego también encierra el riesgo de no saber afrontar el vértigo entre lo que nos exulta y nos deprime, entre la frustración y el entusiasmo. No saber afrontar tan turbador conflicto puede catapultar a cualquiera al vacío o, aún peor, a una profunda tempestad del alma de la que no sabremos escapar. Si todo se derrumba a nuestro lado, seamos conscientes de nuestra humanidad, no es tan difícil, «solo hay que acostumbrarse a pensar de otro modo».

‘Origen de la niebla’.

Autor: Francisoc Javier Guerrero Editorial: Esdrújula 2023

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