NOVELA

La luz en casa de los Nothomb

‘Primera sangre’, un homenaje de

Amélie Nothomb a la vida de su padre

Amélie Nothomb. | ANDREU DALMAU

Amélie Nothomb. | ANDREU DALMAU / Diego Marín Galisteo

En el verano de 1964, el padre de Amélie Nothomb fue nombrado cónsul belga en Stanleyville (Kisangani en la actualidad), en el Congo que acababa de obtener su independencia. El país estaba en aquel momento inmerso en una rebelión que terminó por convertirse en la mayor toma de rehenes del pasado siglo. Los rebeldes aseguraron a principios de agosto de aquel año que ejecutarían a las mil quinientas personas retenidas. Su petición inicial era que fuese reconocida la República Popular del Congo, con Stanleyville como capital. En esa tensa situación, la vida de Patrick Nothomb aparece colocada, al inicio de este libro, frente a un pelotón de fusilamiento. Un comienzo trepidante en el que, en apenas dos páginas, la escritora consigue que olvidemos fechas y certezas. Estamos ante una historia real y en esa escena el padre de la autora nos cuenta: «Los doce hombres me apuntan. ¿Veo pasar mi vida ante mí? Lo único que experimento es una revolución extraordinaria: estoy vivo».

Patrick Nothomb falleció al inicio del confinamiento, el 17 de marzo de 2020. Su hija Amélie no pudo asistir a su entierro. El extraño duelo que supuso vivir un acontecimiento así derivó en interminables diálogos con su padre dentro de su cabeza. Como consecuencia de ello, comenzó a escribir un libro con el que obtuvo el Premio Renaudot en 2021. Un homenaje a la vida de su padre que nos cuenta en primera persona cómo fue esta antes de llegar al destacado inicio de ‘Primera sangre’. Nothomb nos lleva hasta su origen: «En los balbuceos de mi consciencia, veo mi insólita alegría de existir». La muerte de su padre por la explosión de una mina, el desafecto de su madre y su crianza entre sus abuelos maternos y paternos. Es con los segundos donde aparecen los momentos más absurdos y divertidos del libro. Una infancia de hambre, miseria y estrecheces en el interior del castillo familiar durante la Segunda Guerra Mundial. En esa vida doméstica se va gestando la personalidad de un niño que se cuestiona todo: «Qué embriaguez, para el muchacho de ciudad, despertarse en el corazón de un bosque susurrante por la mañana». En ese bosque está el castillo de Pont d’Oye, adquirido en 1932 por el barón Pierre Nothomb, abogado y poeta decadente que tuvo trece hijos y un libro pomposo y ridículo titulado ‘Árboles al tardecer’: «Abrí el poemario. Contenía largas columnas verbales que rimaban. Aquello se correspondía con lo que había visto en los libros de lectura que habían pasado por mis manos en la guardería o en casa. Algo me impedía penetrar en semejantes textos, aunque hiciera dos años que sabía leer». Es lo primero que nos dice el joven Patrick sobre el libro de su abuelo, en un genial pasaje de la novela en la que se le pide opinión sobre el mismo: «Nunca se me había ocurrido que uno pudiera aprobar la poesía o no. La poesía, como el mal tiempo, los días festivos o los soldaditos de plomo, existía y punto».

Con esos antecedentes, la formación de Patrick se sucederá con la misma intensidad e incertidumbre de quien está frente a un pelotón de fusilamiento. Con la misma curiosidad que nos resulta que quien narre sea alguien que se desmaya con el menor asomo de sangre. Con las derivas de un joven que desea desde niño ser portero de fútbol y que comienza los estudios de Derecho en un camino hacia la carrera diplomática y su posterior destino en el Congo.

‘Primera sangre’, traducido por Sergi Pàmies, es el libro número treinta de Amélie Nothomb (Kobe, Japón, 1967). Pasó su infancia y adolescencia en China y Japón debido a la profesión de su padre. Desde su primera novela, ‘Higiene del asesino’, hasta la que nos ocupa, destacan títulos como ‘El sabotaje amoroso’, ‘Estupor y temblores’, ‘Metafísica de los tubos’ o los más recientes ‘El crimen del conde Neville’, ‘Golpéate el corazón’ y ‘Los nombres epicenos’. Ha obtenido premios como el Gran Premio de la Academia Francesa, el Premio Arcebispo Juan de San Clemente o el Premio de Flore. En 2006 se le otorgó el Premio Cultural Leteo por en conjunto de su obra, y en 2008 el Gran Premio Jean Giono, por el mismo motivo.

En una reciente entrevista aseguró que tuvo que escribir este libro para darse cuenta de que su padre había decidido traerla al mundo porque salió con vida de aquel pelotón de fusilamiento. Al mismo tiempo, lo escribió porque él había muerto y ella no pudo despedirse. Piensa que le gustó por una razón: cuando llegó a la escena final se fue la luz en casa. A continuación, le preguntó a su padre si estaba de acuerdo con la que iba a ser la última frase. Y la luz en el escritorio de Patrick Nothomb se encendió.

‘Primera sangre’.

Autor: Amélie Nothomb.

Editorial: Anagrama . Barcelona, 2023.

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