RELATO

Doce historias de búsqueda

La escritora rumana Ioana Gruia se adentra

en el cuento con ‘Las mujeres de Hopper’

Ioana Gruia.

Ioana Gruia. / Francisco Onieva

Después de tres libros de poesía y dos novelas, Ioana Gruia (Bucarest, 1978) ha decidido que es el momento de publicar los doce cuentos que componen ‘Las mujeres de Hopper’. Escritos entre 2006 y 2012, suponen una deliciosa asincronía que nos regala el extraño privilegio de leer a la joven escritora que, con un poemario publicado, acababa de ganar el Premio Federico García Lorca de cuento de la Universidad de Granada en 2007 con el relato «Nighthawks», el cual abre, precisamente, el volumen que nos ocupa. Eso sí, releída, revisada y corregida por la autora que ha cruzado la frontera de los 40 y que posee una voz sólida y reconocible. Esta singularidad permite al lector que escribe estas líneas conocer los cimientos de una escritora a la que sigue desde ‘El sol en la fruta’ (Renacimiento, 2011; Premio Andalucía Joven de Poesía): sus pasiones y sus obsesiones, sus anhelos y sus miedos, sus sueños y sus desvelos.

De esas pasiones, llama la atención la que siente por Edward Hopper, quien es una de las constantes en su obra y uno de los pilares de su personal universo. De hecho, el pintor norteamericano no solo es el eje de tres poemas de ‘El sol en la fruta’ («Refugios», «Morning Sun» y «Habitación de hotel»), sino que la cubierta de su primera novela, ‘La vendedora de tiempo’ (Renacimiento, 2013), reproduce el cuadro ‘Sol de la mañana’, que también fue usado como portada de su reciente ‘La luz que enciende el cuerpo’ (Visor, 2021; Premio Hermanos Argensola), donde, asimismo, hay una parte titulada «Las mujeres de Hopper».

Los doce relatos están escritos a partir de otros tantos cuadros del pintor neoyorquino, como la propia autora confiesa en una nota preliminar. Con este nexo común, Gruia ofrece las historias de doce mujeres que se encuentran inmersas en un proceso de búsqueda y son protagonistas indiscutibles de sus vidas. Estas mujeres, que miran en silencio hacia afuera y piensan el alrededor antes de mirar hacia el interior de ellas mismas, son un espejo donde la escritora se proyecta sin renunciar a sus señas de identidad.

Una niña rumana que prueba la bebida prohibida de su infancia y descubre que su padre lleva una vida secreta; un triángulo amoroso insatisfecho y desgastado visto desde los tres ángulos que lo conforman y que deja como fruto el cuadro más interesante de un pintor fracasado; el sueño erótico de una mujer en una cafetería al imaginar que un desconocido la está observando; las ensoñaciones de una niña fascinada por el mar; una mujer insatisfecha con su trabajo y con un matrimonio lleno de reproches que se plantea un cambio en su vida; una joven escritora e investigadora rumana que empieza una nueva vida en otra ciudad en situación de desempleo y con un importante bloqueo creativo; las dudas y los anhelos de una bibliotecaria madura que siente revivir la pasión con un desconocido entre las líneas de ‘Guerra y paz’ y los acordes de ‘Ojos negros’; la extraña relación entre una bibliotecaria y una usuaria de la biblioteca viuda cuyo apellido es lo único que deja escrito en una agenda antes de suicidarse; una mujer que es observada por un inspector y un presunto asesino; el miedo y el cansancio de una mujer y su marido bajo régimen comunista de Ceaușescu; una adolescente que descubre el sexo y el desamparo durante un verano; una mujer que sueña con tener otra vida...

Lo onírico y lo real se funden en una prosa elegante, sencilla y muy sensorial, salpicada de sugerentes imágenes, que mima la palabra y la cadencia sintáctica para seducir al lector y susurrarle al oído, mientras bailan, un bolero en el que suenan el silencio, la distancia, la soledad, el misterio, la sensualidad, el sol y el mar.

‘Las mujeres de Hopper’.

Autora: Ioana Gruia 

Editorial: Tres hermanas. 2022

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