POESÍA

Telar de la inocencia

‘Otro cielo’, el nuevo poemario del navarro

Hasier Larretxea editado por Espasa

Hasier Larretxea.

Hasier Larretxea. / CÓRDOBA

Alejandro López Andrada

Alejandro López Andrada

Para quien no conozca, o no haya leído, ningún libro anterior de Hasier Larretxea (Arraioz, 1982) adentrarse en este poemario sugestivo, cubierto por una pátina de amor musgoso e inocente, lúcido e infantil, supondrá sin duda ninguna un enorme gozo, un descubrimiento inesperado y positivo. Para aquellos, en cambio, que ya habíamos leído hace unos años otros versos suyos, como los de ‘Niebla fronteriza’ (El Gaviero, 2015) o ‘Quién diría, qué...’ (Pre-Textos, 2019), y su ensayo armonioso, poético y ecologista, ‘El lenguaje de los bosques’ (Espasa, 2018), sumergirnos en ‘Otro cielo’, su nuevo libro de versos, nos ayuda aún más a precisar con nitidez la enorme calidad lírica de su obra atada a la tierra, a la emoción de un mundo puro, incontaminado y feliz en sus orígenes húmedos y boscosos, serenas raíces de un ámbito rural donde el frío se viste de una perfumada luz que se adentra y florece en los ojos del lector que toca estos versos con veneración: «Siempre jugábamos en el barrio al otro lado del río,/ en la plaza, antes de que reformaran el abrevadero/ donde nos refugiábamos en los días de lluvia» (pág. 21). Esa húmeda claridad de lo sencillo, del misterio infantil que bulle entre la hierba de los prados felices donde arraigan las palabras que la inocencia en su día pronunció, mientras jugaban las nubes con el viento y los bosques se alzaban sublimes ante el crepúsculo, es la dulce sustancia que impregna esta poesía de Hasier Larretxea, un autor que nos regala el crujiente fulgor que deja en nuestras almas las huellas de un tiempo que él hace intemporal: «Corríamos para ver quién era el más rápido.../ Las caídas nos han ido dejando diferentes restos sobre/ la piel. Las huellas imborrables de la infancia» (pág. 17). Son poemas los suyos de una nitidez porosa, como suaves hebras de hilo consistentes que su voz va cosiendo al telar de la inocencia, y también del asombro, que conforma su poesía de un sublime aliento telúrico y campesino que nos acaba atrapando en una atmósfera de campo impregnado por la morosidad de esos buenos instantes que nunca han de morir. Como muestra de ello, en unos versos vigorosos de su inolvidable poemario ‘Niebla fronteriza’ (El Gaviero, 2015), Hasier nos decía: «Cogimos un puñado de tierra/ para deshacerla en el polvo del recuerdo/ que no llegó a cimentar los años de escasez». En el mismo tono de los anteriores versos deambulan los de este hermosísimo ‘Otro cielo’, donde este poeta genuino nos regala la sedosa ternura de su un poético telar cosido con hebras de lluvia y emoción.

Hace muy pocos años, en junio de 2018, el escritor y crítico literario de este suplemento Pedro M. Domene editó en Berenice una antología de poesía campesina, ‘Neorrurales’, donde estaba incluida la voz genuina e inconfundible de Hasier Larretxea. Entre los poemas seleccionados en dicha obra, destacaba un poema perteneciente a su libro ‘Barreras’ (La Garúa, 2013), y ahí, dentro de esta pieza, editada en euskera y español, resplandecían como si fueran alas de un martín pescador adentrándose en el agua, estos míticos versos: «El sonido del cencerro/ marca las horas del día./ Hasta que las campanas de la iglesia rompen la/ apacibilidad del pueblo». Con solo unas líneas, supo dar cabida a un memorable mundo campesino que en sus versos de oro celeste eleva el vuelo y alcanza el sentido de lo eterno e intemporal. Con su nuevo poemario, ‘Otro cielo’, editado bellísimamente por Espasa en su colección de poesía, la voz de Hasier acaba de redondear con mucho tino su telar lírico, su hermoso bastidor de la inocencia, a la vez también de vértigo y asombro, donde cose con un estilo delicioso, en estado de gracia, escenas sugerentes, temblorosamente fragantes, de su ayer. Como cuando nos dice: «Anticiparnos/ a los ciclos de la tierra,/ del cielo y sus pulsaciones/ supuso/ expandir las alas de la ingenuidad» (pág. 59).

Y algo más adelante, en otro de sus poemas portentosos, proyectando la luz que habitaba entre las sombras y las humedades de un mundo campesino, el poeta invoca y evoca al mismo tiempo el sentido sagrado, litúrgico y ritual, de las nobles costumbres heredadas del pasado: «Vociferábamos/ convirtiendo las hojas de maíz/ en ese altavoz de los aullidos/ que clamaban/ a los chubascos de la primavera/ y al germinar de las semillas» (pág. 69). Dividido en seis partes, la última de ellas ocupada por el poema «Este cielo», en este volumen Hasier Larretxea ha concentrado los rasgos mejores de su intemporal poesía empapada de épica y delicioso amor.

‘Otro cielo’

Autor: Hasier Larretxea.

Editorial: Espasa. Madrid, 2022.

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