NOVELA

Amor más allá de la guerra

El búlgaro Georgi Bardarov deslumbra con ‘Yo sigo contando los días’

Georgi Bardarov.

Georgi Bardarov. / CÓRDOBA

Alberto Monterroso

Alberto Monterroso

En qué momento el odio quiebra el alma? ¿En qué momento pudre y envilece todo lo bueno que hay en el ser humano? ¿Qué faz terrible muestra la crueldad cuando se desencadena el terror y la guerra? ¿Cómo osa matar el amor más puro? Ese aspecto esencial de la condición humana es el que trata Georgi Bardarov en su novela histórica Yo sigo contando los días, donde el amor que sienten dos jóvenes, un cristiano y una musulmana, se alza sobre el horror de la guerra de Bosnia, durante aquel terrible cerco a Sarajevo que duró casi cuatro años y fue testigo de las mayores atrocidades y crímenes contra la humanidad.

La novela se basa en un hecho real: la relación entre Admira Ismi, joven bosnia musulmana, y Boško Brki, serbobosnio cristiano, encerrados en el sitio de Sarajevo, que soportaron todas las privaciones para estar juntos y que planearon huir de aquel infierno para poder vivir lejos de fanatismos políticos o religiosos, sobre los que supieron triunfar. Hoy son un símbolo de la fuerza del amor y de la estupidez de las guerras; se les conoce como los Romeo y Julieta de Sarajevo.

Estamos ante una novela deslumbrante, considerada el mayor éxito de la literatura balcánica, escrita por el búlgaro Georgi Bardarov, profesor universitario especialista en demografía y conflictos etno-religiosos, que había escrito numerosos estudios y artículos hasta publicar esta novela que ha llegado a ser superventas en Bulgaria, a alcanzar varios premios y a ser nominada como novela del año en las plataformas más prestigiosos del país.

Lenguaje sencillo y a la vez demoledor, estructura bien cuidada, pulso narrativo excelente: la trama mantiene el interés, el suspense y la sorpresa hasta la última línea. Davor, serbobosnio cristiano, podría haber huido fácilmente del cerco de Sarajevo y apuntarse al bando de los vencedores, pero prefiere quedarse con su novia Aida, una joven musulmana, de la que está enamorado desde que iban juntos a la guardería. La pareja salva las dificultades religiosas y el odio racial, como un Romeo y Julieta que se enfrentan a las diferencias culturales de sus respectivos pueblos, que se destrozan en una guerra feroz e inhumana, donde ha desaparecido cualquier atisbo de bondad. A cada rasgo de crueldad, ellos oponen la pureza de su amor; salvan las dificultades hasta la extenuación y dan ejemplo de humanidad en medio de la barbarie. La novela cuenta, con impactante desgarro, los efectos de un odio salvaje y execrable que desborda los límites de lo humano, inundándolo todo de sangre y dolor en medio de la violencia ciega, cruel y gratuita de la guerra. Pero los jóvenes oponen la fuerza de su amor para sobrevivir y planean fugarse juntos. Sobornan a los francotiradores de ambos bandos para escapar por el puente que atraviesa el río Miljacka, en una tierra de nadie entre líneas serbias y musulmanas.

La historia de los jóvenes amantes es uno de los tres planos en que se estructura esta magnífica novela, pero se convierte en el eje de toda la obra. Alterna el relato casi agónico de la huida de Sarajevo con la narración del propio autor, que cuenta su viaje de investigación a la ciudad, treinta años después, para documentar el libro. Allí conoce a Zoran, que será su informador y traductor, hasta que el dolor que ambos sienten por el amor perdido los una en el terrible descubrimiento de la violencia y estupidez de la condición humana. El tercer plano lo constituyen las entrevistas que sirven de documentación a Bardarov y que se convierten en un relato triste y descorazonador de los motivos que aduce cada bando para justificar lo injustificable: la torpeza, la banalidad del mal, el crimen, la crueldad, el odio y el profundo e irreparable daño que producen las guerras.

Y hasta la última página el lector temblará junto a esa pareja de enamorados, viendo pasar la hora convenida con la misma angustia que viven los protagonistas, sin saber, como ellos, si lograrán escapar o serán dos víctimas más de esa guerra que es símbolo y paradigma de todas las guerras, rebosante, como todas, de crueldad y violencia exasperadas por el odio y la locura. En las torturas y la humillación, en las violaciones y las agonías de las víctimas se resume todo el dolor de la estupidez fratricida que supone cualquier conflicto bélico. Son el escenario dantesco en que desaparece el ser humano y aparece la bestia más terrible que habita este planeta. Novela dura e impactante por el dolor de la violencia, pero también esperanzadora por el ejemplo y el respeto que impone el amor, victorioso siempre sobre el odio.

‘Yo sigo contando los días’.

Autor: Georgi Bardarov .

Editorial: Berenice . Córdoba, 2022.

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