El gobierno de la gente

En nuestro atribulado siglo XXI, la profesora estadounidense Beth Simone Noveck es la directora de The Governance Lab, un centro de investigación y pensamiento orientado a la acción, con sede en la Universidad de Nueva York que identifica el tipo de resolución de problemas públicos en gobiernos de todo el mundo (de California a Colombia, de Chile a Finlandia) través de lo que denomina como método político de «emprendimiento público». Ha publicado en 2022 un esclarecedor ensayo en Galaxia Gutenberg con un largo título/subtítulo ‘Cómo resolver problemas públicos. Una guía práctica para arreglar el gobierno y cambiar el mundo’, traducido por Águeda Quiroga. Se trata de una visión norteamericana que apunta alto. Beth Simone Noveck nos señala cuáles son, a su juicio, los principales desafíos a los que, hoy día, se enfrentan las sociedades democráticas, como son las desigualdades crecientes, el racismo sistémico y el cambio climático que no pueden resolverse con herramientas del pasado, sino con nuevas propuestas e iniciativas que deben partir de la participación de la gente corriente.

La mejor forma de hacer frente a estos desafíos, a juicio de la autora, es implicar a los ciudadanos en su resolución, lo que significa otorgar más poder a la gente corriente para transformar la manera en la que nos gobernamos. De lo que se trata es de aprovechar la perspicacia, pasión y poder de la gente corriente.

Sostiene esta profesora de Tecnología, Cultura y Sociedad que el auge de las redes sociales está cambiándolo todo, la naturaleza misma de la participación política activa de las generaciones más jóvenes en relación al compromiso político. Desde un pensamiento cercano al Partido Demócrata, muy crítico con el gobierno Trump, el peor de los presidentes posibles, quien ante las amenazas de la pandemia, la plaga de opiáceos y la violencia racial no dio ninguna respuesta y alentó, junto a miembros del Partido Republicano, una tentativa de golpe de Estado el 6 de enero de 2021 con el violento ataque al Capitolio de los Estados Unidos de América.

En este concienzudo ensayo nos enseña cómo deberíamos aprovechar la tecnología (digital), los grandes datos y el conocimiento colectivo de nuestras comunidades para diseñar soluciones novedosas, aquí y ahora, a problemas de antaño aún sin resolver. Considera que en la actualidad se está produciendo demasiado a menudo una brecha entre la teoría política y la práctica.

Esa grieta entre las ideas y la implementación (puesta en marcha) de las mismas debe cerrarse teniendo en cuenta que sí poseemos las herramientas necesarias para intentar resolver con éxito los problemas más graves que acechan a las democracias liberales occidentales. Hay por tanto que pedir ayuda para ayuda a los ciudadanos para afrontar retos por ejemplo como mejorar la gestión de los residuos urbanos, fomentar la resiliencia de los barrios marginales y fortalecer sus economías.

En el subtítulo del ensayo nos indica que debe servir como guía práctica para activistas sociales, nuevos líderes y servidores públicos con el fin de abordar con equidad y eficacia los problemas sociales del Tercer Milenio.

Es necesaria e imprescindible crear alianzas con los actores privados, que no es en modo alguno un signo de privatización de lo público. Por un lado, los ciudadanos reflexivos y comprometidos con el bien común. Personas corrientes que desean actuar y mejorar sus propias comunidades. Son gente que resuelven problemas públicos, que quieren que sus vidas tengan un sentido y a las que, en una era de interconexión y acceso a la información sin precedentes impulsada por la tecnología digital, les ha llegado su momento de participar activamente en la resolución de los problemas que denomina como «giro participativo» de la política.

En definitiva, lo que se plantea es una nueva política de resolución de problemas a través de la figura de los resolutores que serían los llamados emprendedores públicos (término acuñado por la premio Nobel de Economía, Elon Ostrom), que serían los encargados de generar confianza en las instituciones públicas. Esta teoría que apela a la multitud ciudadana (’crowdsourding’) entiende que debe utilizarse la inteligencia colectiva de la ciudadanía para resolver los problemas que nos atañen a todos por igual.

El método o herramienta consiste en probar lo que funciona, preguntarse si funcionaría en un sitio concreto, evaluar de manera continua las auditorías, creando una experiencia piloto y analizar los resultados.

La democracia no está en su final como algunos quisieran sino que por el contrario tenemos en nuestras manos las herramientas necesarias para resolver problemas encaminados a una mejor convivencia social. Formar a las profesiones de hoy, en especial a la próxima generación de jóvenes líderes mediante una educación encaminada a la resolución de problemas públicos, dando poder a la gente corriente para transformar la manera en que convivimos.

El presidente republicano Ronald Reagan, en su discurso de investidura, afirmó que el gobierno no es la solución al problema, sino que es el problema. Por el contrario, Beth Simone Noveck afirma que decidió escribir este libro porque, aunque puede, en efecto, ser el problema, está segura que el gobierno de la gente también puede y debe ser la solución.

‘Cómo resolver los problemas públicos’.

Autora: Beth Simone Noveck.

Editorial: Galaxia Gutenberg Barcelona, 2022.

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