Diario Córdoba

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AFORISMOS

Pasión por el lenguaje

Firmamento publica ‘Aerolitos completos’, un homenaje a Carlos Edmundo de Ory

Carlos Edmundo de Ory. VÍCTOR LERENA

Se ha cumplido ya una década del fallecimiento de Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, 1923-Thézy-Glimont, Francia, 2010), y como homenaje se publica ‘Aerolitos completos’, una edición muy cuidada a cargo de Carmen Sánchez y Laure Lachéroy. Aquí se reúne por primera vez la escritura aforística del autor, que abarca desde principios de la década de los cincuenta hasta la fecha de su muerte. Este escritor singular y polifacético, promotor del movimiento postista, fue un autor inclasificable, ortodoxo. Escribió en todos los géneros, novela, cuentos, diarios, cartas y aforismos, de Ory denomino a estas frases «aerolitos».

El aforismo es un género que viene de muy lejos y que actualmente está viviendo un florecimiento. Después del auge de la primera mitad del XX: con autores como Antonio Machado, que puso en boca del personaje Juan de Mairena su dardo irónico; Ramón Gómez de Serna y sus «greguerías», Juan Ramón Jiménez, José Bergamín, Eugenio d’ Ors, entre otros. La segunda mitad fue una época de penumbra. Fueron muy pocos los autores que escribieron aforismos, algunos combinaron su género literario primordial con este género breve. Este es el caso de Carlos Edmundo de Ory, el más reconocido, que alternó la poesía con el aforismo.

El volumen está estructurado en cinco partes. Comienza con un Prólogo riguroso e interesante que escribe Ignacio F. Garmendia, titulado: «Alado Carlos Edmundo», comienza así: «Desaforada, a la vez sintética y torrencial, acogida a todas las heterodoxias, la obra de Carlos Edmundo de Ory transitó por los distintos géneros sin acomodarse a moldes y preceptivas, pues el genio del hacedor o artífice -del poeta, que era su condición primordial- se compadecía mal con las limitaciones y acostumbraba fluir al margen de los confines, sin barrera de ninguna clase. No sólo por afán estético, sino también por elección vital, Ory cultivó la extravagancia y fue toda su vida a contracorriente (...)». Nos subraya la labor de las editoras: «Carmen Sánchez y Laure Lachéroy -viuda de de Ory y más que compañera, cómplice del autor, ilustradora de su obra y alma de la Fundación que lleva su nombre-, fija el corpus definitivo de la escritura aforística de Carlos Edmundo, tras confrontar los textos publicados con los manuscritos del poeta, y ofrece el regalo añadido de dos centenares y medio de aerolitos inéditos, fruto de más de medio siglo de dedicación a un género que en sus manos, ya se ha dicho, se convierte en otra cosa». Una segunda parte, Nota de las editoras, nos apunta que «el volumen comprende un total de 2.450 textos (designados primero como «ocurrencias» y finalmente como «aerolitos», 254 de los cuales no habían visto la luz hasta ahora». Comentan la tarea de investigación, revisión de cuadernos, archivos, procedencia de fuentes y ediciones consultadas para la recuperación de sus aforismos.

Una tercera sección en donde aparece una bibliografía exhaustiva de sus libros de aerolitos publicados en España y Francia. Así como los aerolitos en antologías del autor y en revistas literarias.

La cuarta y quinta son sus aforismos recopilados, ya publicados y los inéditos. Paso a enumerar una muestra de estos: «Sin previo silencio las palabras no suenan», «Se puede oler la música», «La verdad es una mentira», «Hago fuegos de palabras», «La risa es el sexo del alma», «Ramón Gómez de la Serna llamó cursi sublime a Juan Ramón Jiménez», «Cuando Londres olía a Dickens», «La poesía es una mentira preciosa», «La poesía es un vómito de piedras preciosas», «El cariño profundo es éxtasis», «Me extraña la palabra amor en el verbo amordazar», «Nadie ha escrito la historia de la lluvia», «Sin la duda no se llega a ninguna parte», entre numerosos.

De los inéditos: «Existe la costumbre de creer en Dios. ¿O existe el creer?», «Sueño palabra que sueña», «No poner las palabras en el ‘alma del mundo’, sino poner el mundo en ‘el alma de las palabras’», «No seas esclavo del lenguaje, ni de los dioses, ni de los hombres», «El alma no tiene boca. Pero la boca tiene alma», «Aquel que no reconoce sus debilidades, se pone los guantes en los pies», «No comprendas nada, siente todo», «Ser libre como el ciprés, independiente como el pino», entre otros.

Acojamos estas genialidades de Carlos Edmundo de Ory, ‘Aerolitos completos’ que nos entregan y que constituyen el corpus de su escritura aforística y también la edición impecable que Firmamento nos ofrece.

‘Aerolitos completos’

Autor: Carlos Edmundo de Ory.

Editorial: Firmamento Editores. Cádiz, 2022.

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