Diario Córdoba

Diario Córdoba

LAS GUARDAS

Nobel

La escritora Annie Ernaux, premio Nobel de Literatura 2022, fotografiada en su casa de la localidad francesa de Cery.

El motivo que impulsó a Alfred Nobel a crear los premios que siguen llevando su nombre podría decirse que era honesto, por más que nos cuenten o leamos nunca nos podremos acercar a los fundamentos del inventor sueco, ni a conocer en profundidad sus objetivos reales, o si realmente los tuvo.

Visto lo visto en las concesiones de esos galardones y de muchos otros que aparecen por toda la geografía de nuestro mundo, podemos pedir una reorientación, aunque en estos tiempos es preciso reorientar absolutamente todo, porque todo es un gran fiasco. Desde el fracaso damos paso a la decepción, y ese éxito (entre comillas) siempre será desilusión.

Todos se sorprenden ante la concesión de un premio, y lo hacen con ese ingenuo asombro de una sonada campanada. Pero todos se han presentado a él o han «jugado» a maximizar su candidatura entre los contactos, fieles seguidores y palmeros egocéntricos que si acaso han leído algo tendrían una pizca de justificación.

No existe, desde hace años, un proceder ético, más que invisible en la literatura. Todo se nos presenta como un imperativo categórico que debemos aceptar sí o sí. El mismo valor tiene lo bueno que lo malo. Y como hemos dejado de reflexionar, de igual forma hemos dejado de establecer juicios coherentes y argumentados. En estos tiempos nos rodea la literatura de la imperfección.

La nueva literatura es como un sueño, un enorme sopor cargado de actividades, de recuerdos, de personajes, y aunque todo es irreal nos sentimos protagonistas en él. Unas veces con síntomas de intranquilidad y otras con una paz infinita pero no sincera (no olvidemos que se trata de una simple quimera). Pero cuando despertamos, cuando abrimos los ojos al amanecer, no recordamos nada, absolutamente nada. No nos hemos alimentado de nada.

Como escribió Pavese: «Llega un día en el que solo sentimos hacia quien nos ha perseguido indiferencia, cansancio por su estupidez. Y entonces perdonamos».

Dicen que un Premio Nobel se entrega a aquellas personas que han generado un «beneficio a la humanidad». Y entonces perdonamos.

Compartir el artículo

stats