novela
Misterio en las estrellas
‘La última misión Apolo’, de Ruy
Vega, se adentra en la ciencia ficción
Muchos consideran que la primera novela de ciencia ficción fue la obra de Mary Shelley, ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’ (1818). Michel Butor, escritor y profesor francés, señala que es esencial en el género lo que llama «las narraciones de viajes interplanetarios» y, aunque la definición para muchos es bastante más amplia, sí que podría servir para encuadrar, en líneas generales, el nuevo libro del escritor Ruy Vega (Ponferrada, 1976), ‘La última misión Apolo’. Autor hasta ahora de otras tres novelas de ciencia ficción: ‘El proyecto Dream’ (2015), ‘La señal’ (2017) y ‘Herederos del universo’ (2021), el autor berciano continúa su trayectoria ascendente con la temática de los viajes espaciales en un ambiente de suspense y misterio, siempre con la premisa de diferenciar sus novelas de la mera ficción insertándolas en el terreno de la ciencia especulativa, es decir, con una base científica, pero intentando ir más allá.
‘La última misión Apolo’ comienza con un hecho insólito: la misión Apolo, enviada a la superficie de la Luna en la década de 1970, dada por desaparecida, reaparece orbitando la Tierra. En la nave hay una única superviviente: la comandante Elena Patison, ajena a la insólita situación. En la Base Edwards, a donde la conducen, ignora todo lo que ha sucedido y, lo que es más sorprendente, no ha envejecido, como si el tiempo no hubiera pasado. En este punto, todas las instituciones se unen para resolver el misterio reclutando para ello a los mejores expertos, entre ellos a la mejor científica del momento, la heterodoxa Shanaya, una reconocida experta en Física. Poco a poco, irán comprobando que los hechos tenidos por verdad no lo son tanto: el verdadero objetivo de la Misión Apolo, lo que encontraron en la cara oculta de la Luna, la posibilidad de no estar solos en el universo, el descubrimiento de tecnologías insospechadas, la búsqueda de nuestros orígenes y el sentido de la existencia humana...
La novela se estructura en cuatro partes: «El enigma de la misión Apolo», «La cara oculta de la Luna», «El ser humano» y «Viaje». La primera es la más extensa, pues en ella se presentan los enigmas que se irán desentrañando en las otras. El autor introduce la ‘dramatis personae’, ese elenco de personajes que conforman el eje de la trama, entre los que destacan la comandante Elena Patinson y sus terribles dudas, las existenciales y las físicas, pues ha perdido la memoria y solo poco a poco irá recordando los misteriosos sucesos de los que fue testigo; Shanaya Landázuri, la brillante científica que con su intuición y curiosidad irá descifrando todo lo que se ve y lo que está oculto; Mark Mulder, un guiño del autor al conocido personaje televisivo o David Blue, el militar de la Base Edwards que oculta secretos que solo al final de la novela serán revelados. Esas cuatro partes están perfectamente engranadas para conducir al descubrimiento de las diversas claves que encierra la novela. Como si fuera un cubo de Rubik, el lector tendrá que ir componiendo y descubriendo cada una de las caras hasta obtener, solo al fin de la novela, el resultado final. Hay varios sucesos que aparecen en el momento preciso para darle al lector un respiro. Encuentros de objetos y personas que funcionan como elementos de avance en la trama y en los que el suspense se reengancha para crecer de nuevo hasta la siguiente etapa. En efecto, el autor utiliza un reclamo misterioso, una posible solución que, una vez alcanzada, solo lleva a una nueva puerta, que hay que abrir para encontrarse que luego hay otra y otra más allá. Todo un acierto que hace de la lectura de ‘La última misión Apolo’ una aventura, como la carrera del ratoncillo blanco en el laberinto buscando la salida.
El autor utiliza materiales clásicos de la ciencia ficción, como los viajes en el tiempo, la búsqueda del origen de la humanidad o los artefactos misteriosos provenientes de otras civilizaciones. Los primeros ya fueron tratados por autores como el español Enrique Gaspar y Rimbau en su obra ‘El anacronópete’ (1887), anterior a la universalmente conocida obra de H.G. Wells, ‘La máquina del tiempo’ (1895). En cuanto a los otros, permanece en la mente de todos los lectores la novela de Arthur C. Clarke, ‘2001: una odisea espacial’, llevada brillantemente al cine por Kubrick. Sobre los hombros de esos gigantes, Ruy Vega construye una trepidante novela que presenta las preguntas esenciales que la humanidad se ha planteado desde su mismo origen: de dónde venimos y adónde vamos, respondiéndolas de forma brillante.
‘La última misión Apolo’.
Autor: Ruy Vega
Editorial: Más madera
2021
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