ENSAYO
La mirada del agua
‘Somos agua que piensa’ es el nuevo libro del naturalista Joaquín Araújo

El escritor Joaquín Aráujo. / CÓRDOBA
Nadie, o muy poca gente, desconoce a estas alturas la valiosa labor que en pro de la Naturaleza, la flora y la fauna, el medio ambiente en su conjunto, viene desarrollando desde hace décadas, más de medio siglo, el escritor y naturalista Joaquín Araújo a través de sus libros, la prensa escrita, el cine, la radio y la televisión. Su ejemplar compromiso con la Naturaleza le ha llevado a ser distinguido con más de cincuenta premios relevantes como, por ejemplo, el Global 500 de la ONU, el Wilderness Writing Award, el Premio de la Academia de TV por la famosísima serie El hombre y la tierra, de la que culminó los ocho últimos capítulos, y, por dos veces, el Premio Nacional de Medio Ambiente.
Por otro lado, además de desarrollar una enorme labor investigadora, ha dirigido prestigiosos documentales sobre temas medioambientales, ha hecho más de cinco mil programas de radio y pronunciado miles de conferencias por todo el mundo. En cuanto a su amplia obra bibliográfica, a lo largo de medio siglo ha dado a la luz numerosos libros de temática natural, entre los que destacan ‘Buenas noticias para salvar el planeta’ (2017), ‘Laudatio Naturae’ (2019), ‘Los árboles te enseñarán a ver el bosque’ (2020) y ‘Bosques imprescindibles de España’ (2021). Prolífico escritor naturalista, conferenciante, hombre de radio y, sobre todo, poeta, desde hace ya varias décadas vive ‘emboscado’ en su finca de Las Villuercas, provincia de Cáceres, dedicado, entre otras cosas, a cuidar un rebaño de cabras y sembrar árboles, lleva casi treinta mil.
Gran labor científica
Dejando a un lado la enorme labor científica e investigadora de Joaquín Araújo, centrándonos en su faceta de escritor, de toda su obra editada hasta el momento -ya hemos citado títulos sobresalientes- es sin duda este libro que ahora pasamos a comentar, ‘Somos agua que piensa’, el más sugestivo, poético y luminoso de los suyos, aunque todos ellos, por miles de motivos, tienen un alto nivel tanto en el fondo como en la forma, pues no hay muchos escritores que hablen del campo y otros motivos naturales con la precisión y la destreza literaria que muestra el autor que nos ocupa. Así, lo que más agradece el lector que se adentra en esta obra, siempre en pro del amor a la Naturaleza, es, además de su firme compromiso con lo que nos rodea, el tono poético sencillo que nos baña como una fontana de agua lírica la raíz de los ojos, el centro de nuestra conciencia. Muchos de sus libros anteriores han sido ampliamente reeditados y han llegado a la mano de miles, decenas de miles, de lectores de todas las edades fomentando el amor a un espacio natural que se halla en peligro desde hace muchas décadas y, en estos años últimos, ha entrado en agonía iniciando una dura caída en vertical. No obstante, a pesar de las crudas circunstancias que en materia medioambiental hoy nos rodean, Joaquín Araújo no es del todo pesimista y en todos sus títulos uno halla la poesía inefable y azul de la palabra que es venero, hoja suave de chopo, vuelo de águila, raíz. Sobre todo es aquí, en este libro estructurado en serenos capítulos cargados de conceptos en perfecta armonía con el orden natural de la materia tratada en sus capítulos: el milagro del agua, la fulguración feliz del cristalino y líquido elemento que es primordial para nuestra subsistencia y la de todo lo que nos circunda.
Últimos años de sequía
En estos últimos años de sequía, este libro maravillosamente escrito se convierte, por muchos motivos, en una obra que todos los públicos deberían leer para saber apreciar con más holgura, aunque ya lo sepamos, la función febril del agua para sostener el famélico equilibrio en que, hoy, debido a las graves consecuencias del cambio climático y a otros muchos problemas de ámbito social, se halla inmerso nuestro mundo y, en consecuencia, todas nuestras vidas. Por eso este bello volumen narrativo del naturalista más insigne del país cumple, además de una clara función divulgativa, otra más profunda y valiosa, la educativa, dirigida a un público de todas las edades.
Dividido en doces capítulos esclarecedores, el volumen goza de un sustancioso, aunque breve, prólogo de Pedro Arrojo Agudo, relator de Naciones Unidas para los derechos humanos al agua potable, donde nos muestra la altura de un umbral, el de la importancia cíclica del agua, que precede a un volumen de información amplísima sobre la importancia de esta en nuestros días. Y comienza diciéndonos el brillante prologuista: «El agua es el alma azul de la vida, y los ríos las arterias y venas que sustentan esa vida en islas y continentes» (pág. 11).
Capítulos llenos de prosa
Luego del bello preámbulo, encontramos capítulos henchidos de una deliciosa prosa, de un calado proteico y poético esencial. No en balde Joaquín Araújo, además de ensayista y divulgador de temas medioambientales, es un acendrado poeta, un sensitivo que, a través de un lenguaje sobrio, estilizado, nos regala momentos de enorme belleza literaria, sin dejar nunca atrás, como dijimos, su mensaje: «Este tramo de la Garganta de la Aliseda, el camino de agua que más cerca queda de mi casa, está seco. Los arroyos de la Iberia mediterránea son tartamudos, les cuesta hilvanar una frase continuada de ese frescor que lame y salva» (pág. 90). En el mismo capítulo del que hemos extraído este fragmento, titulado «Los rostros del agua», hallamos pensamientos e ideas frondosas que zigzaguean en nuestro ánimo como si fuesen relámpagos de ónice que iluminan los bosques de nuestro corazón: «Regreso a la primera gota, a la que me atrapó con un resplandor iridiscente. Se conformó como una semiesfera que parecía crear su propia luz, cuando todo y todos la tomamos prestada... Cuando huele a tierra mojada nos alcanza el mejor cumplido que nos hacen tierras y aguas» (pág. 92).
Estructurado en doce capítulos enjundiosos, el libro nos lleva, a través de cálidos meandros de aliento poético y de rigor científico, hacia la desembocadura magistral de un epílogo donde se percibe el aire cristalino y sedente de un mensaje extraordinario, el de la relación infinita y esencial del agua y lo eterno, del líquido elemento que se abraza a la piel celeste de la vida que late en nosotros y a nuestro alrededor, pues, como dice Araújo, «el agua es la savia de la savia», algo que el autor condensa en un haiku bellísimo donde viene a decir que la misión de esta es rejuvenecer el mundo sin cesar. Y es que el agua camina dentro de este libro, nos alienta y saluda, nos mira con sus ojos de libérrimo cuarzo ofreciéndonos su amor, su ternura infinita, amorosa, maternal.
‘Somos agua que piensa’.
Autor: Joaquín Araújo.
Editorial: Planeta. Barcelona, 2022.
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