Diario Córdoba

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ENSAYO

El fenómeno totalitario

Alianza publica ‘El totalitarismo’, del profesor David Roberts

Vladimir Putin, cuya trayectoria se aborda en el libro ‘El totalitarismo’. CÓRDOBA

El término totalitarismo fue acuñado en 1923 por un antifascista italiano que pasó rápidamente a formar parte de nuestro vocabulario histórico y desde hace casi un siglo forma parte como concepto básico del análisis político. A la vez estamos ante uno de los términos más controvertidos de la teoría política, a menudo mal empleada o mal interpretada pero que sigue siendo esencial para la comprensión del universo político moderno. El totalitarismo, de David D. Roberts, es el nuevo ensayo del profesor de Cambridge, que desde las dudas pretende una comprensión profunda y renovada del significado del término.

Esta obra fue publicada por primera vez en 2020 y en castellano en 2022, con traducción de Andrea Saavedra. Se trata de un texto tan ameno como riguroso que tiene como meta, y lo consigue con creces, hacernos una síntesis de los argumentos más sobresalientes de este debate para acotar a continuación el concepto «totalitario», partiendo de la Italia fascista de los años 20, la Alemania nazi de los 30 y la Unión Soviética estalinista como manifestaciones históricas paradigmáticas del término para exponer después los modelos actuales del «fenómeno totalitario» en la Rusia de Putin, la China de Xi, las teocracias islamistas, como la del Irán de los ayatolas, y el futuro de los totalitarismos en la era de internet. Lo que Rusia, China y el islam radical tienen en común es ofrecer una alternativa (falsa) a la hegemonía de un Occidente que se identifica con la universalidad. Es la suya una aspiración totalitaria de intentar saltar (sin conseguirlo) por encima de la modernidad democrática liberal. El enfrentamiento continúa, por lo que el sistema político totalitario es una realidad que es preciso analizar y conocer en profundidad.

Dugin, ‘el cerebro de Putin’

La Rusia de Vladimir Putin ya es totalitaria. El putinismo está influido por el filósofo A. Dugin, un pensador geopolítico revisionista que cuestionó la independencia de Ucrania en 1997 con su alocada «cuarta teoría política», que no rechaza el fascismo, ni tampoco el comunismo, ni siquiera el liberalismo, sino que considera que cada una tiene ideas valiosas. Para Dugin, tanto el fascismo como el comunismo padecieron «excesos totalitarios» que deberían haberse evitado. Apela al «eurasianismo», una vieja geopolítica que estuvo en los orígenes del expansionismo hitleriano.

La Rusia de Putin pretende un resurgimiento de Eurasia, con una alianza soterrada con la China totalitaria de Xi Jinping. Dugin atisba un choque entre Eurasia, de tierra firme y el mundo atlántico marítimo conducido por los Estados Unidos. Una, que valora la tradición y la historia y la otra, que defiende las libertades individuales que disuelve, a su juicio, los valores tradicionales y los lazos comunitarios. Dugin desea que el mundo ruso sea totalitario, que el Estado controle tanto el pensamiento como las acciones de todos los individuos.

Esta visión de Dugin por la que Putin ha querido recuperar el papel ideológico de los zares, baluarte religioso conservador contra las libertades de Occidente, una alianza del trono y del altar. Una perspectiva político-histórica que puede resultar ser funcional a la movilización totalitaria para la motivación colectiva. Una motivación y un imperativo para la expansión territorial a expensas de países vecinos como Ucrania.

China bajo Xi Jinping

El ascenso al poder de Xi en 2016 como presidente de la Republica Popular de China, designado como «líder por antonomasia», marca el retorno del totalitarismo desde el régimen de Mao. Xi intenta construir un nuevo modelo totalitario del siglo XXI y ofrecerlo como ejemplo al resto del mundo, promoviendo una Nueva Ruta de la Seda para expandir la influencia china, primero en el continente asiático y después en África y en América latina. China crece a un ritmo rápido porque parte de una base bajísima. Emula a Occidente, quemando carbón y construyendo fábricas y rascacielos, pero el nivel de vida chino no logra ponerse a la altura de los países más ricos y el régimen lo sabe.

La República islámica de Irán

El experimento más duradero de islamismo es el que tuvo lugar en la revolución que en 1979 derrocó al régimen monárquico del Sha. El nuevo sistema político tiene todas las características del totalitarismo, pero presenta la novedad de tener fundamentos religiosos. En realidad, es la forma más elaborada de totalitarismo islamista hasta la fecha. El islamismo chiíta tiene claras implicaciones totalitarias. Irán es el primer Estado musulmán que hizo del fascismo islámico moderno su doctrina estatal. Como prueba, la ejecución de los críticos, la opresión de las mujeres y su agresivo antisemitismo. Si el originario potencial totalitario de Irán parece haberse esfumado en parte, los talibanes afganos han tomado el relevo. 

Concluye este más que interesante ensayo reflexionando acerca del futuro de los totalitarismos en el mundo, de las perspectivas de nuevas desviaciones totalitarias, del potencial totalitario de las nuevas tecnologías como representaciones de un totalitarismo distópico que abarcan innovaciones, tales como el software de reconocimiento facial, el perfil genético y la ingeniaría genética que encienden nuestras alarmas democráticas. Zizek incluye la digitalización y las preocupaciones por la privacidad entre las razones para temer un retorno del totalitarismo. Todorov observó que incluso las democracias modernas cuentan con herramientas científicas como la hipervigilancia y el código genético, que en comparación con los medios que poseían los primeros totalitarismos parecen prehistóricos. Internet y las redes sociales de comunicación deben estar al servicio de la libertad de información, del pluralismo y de las libertades; en suma, contra todos y cada uno de los totalitarismos actuales.

‘El totalitarismo’. 

Autor: David Roberts.

Editorial: Alianza Editorial. Madrid, 2022.

 

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