Sabemos que la fábula es una composición literaria narrativa breve, generalmente en prosa o en verso, en la que los personajes principales suelen ser animales o cosas inanimadas, pero en esta propuesta de Begoña Callejón (Fábula material) adquiere, claramente, unos matices singulares. Como una médium, la voz se nos muestra en ese cauce que recoge todos los estímulos sonoros, visuales, sensoriales, de la naturaleza y los seres vivos. Una voz a través de otra voz, un sentido a través de otros sentidos, y con ritmo -a veces trepidante, otras más pausado-, Callejón va construyendo un espacio singular desde el primer verso, una visión intensa sobre un universo que puede desaparecer en cualquier instante, y que ella acota, de alguna manera, en esa materia a la que pone imagen y significado. Esa fugacidad queda -en parte- mitigada por el uso de tiempos verbales recientes, en rápida conexión con quien está al otro lado, proporciona una inmediatez de la que resulta complejo desprenderse, y si todo es efímero -también nuestro cuerpo- el silencio siempre permanece. Borrar lo de antes, el origen que revela cierta oscuridad y construir un nuevo presente con otros cimientos, más hacia la luz, es un poso que cobra forma con el paso de los versos. El ‘yo’ permanece en un segundo plano aunque presente, sale a escena cuando el momento lo precisa, pero sin dirigir todas las miradas hacia su presencia. Se mantiene constante, alerta, sin intervenir sobre los acontecimientos, sino como observador que recoge el asombro, que contempla desde fuera, a veces casi invisible, las señales que las palabras van enviando, librándonos del olvido.
Cierto que los personajes principales es ese mundo animal y vegetal, su viveza, la naturaleza en pleno movimiento, y consiguiente evolución-adaptación, que se va deteniendo en cada uno y su proceso vital, que en muchas ocasiones se parte de cierta descripción física (al menos en la mayor parte del libro) para luego ir avanzando hacia otros terrenos, en una exploración que dota de una secuencia rítmica cada paso, cada desvelo, que todo ello configura un sentido especial sobre un mundo que está hoy ante nosotros, pero cuya fragilidad tiembla junto con todo el decorado. Hacernos entrar en la naturaleza desde lo intuititivo, desde la pauta que marca la palabra, el espacio que se configura como algo único, singular, dispone su propio concepto de belleza y la posibilidad de la destrucción del mismo, y convierte a la escritura en un proceso regenerador.
La fragmentación del discurso poético dejándonos las imágenes como fogonazos que intentan sacudirnos, más que deslumbranos, es una constante que se prodiga como parte básica de esta fábula, que, no nos llevemos a engaños, no tiene ningún componente moral, más bien de exposición; en la búsqueda de un nuevo lenguaje dentro del propio lenguaje, hacia el confín de la poesía como el idioma del cuerpo.
‘Fábula material’
Autora: Begoña Callejón
Editorial: Bartleby. Madrid, 2022
