Han llegado a mis manos dos libros de poesía de jóvenes poetas. El primero ‘Cantar qué’ (Pre-Textos, 2021), Premio de Poesía Emilio Prados, de Juan de Beatriz (Lorca, 1994), su primer libro de poemas. Y, por otra parte, ‘La deuda prometida’ (Ediciones Rialp, 2022), accésit del Premio Adonáis 2021, de Félix Moyano (Córdoba, 1993), que es su tercer libro.

Dos jóvenes poetas que, hasta los 35 años pueden seguir siéndolo, según normas literarias tan absurdas como obsoletas en poesía, y en sentido contrario tema deslustrado hasta la saciedad. Dos jóvenes poetas diametralmente opuestos, desde circunstancias vitales y literarias parecidas, aunque no iguales. El primero más rompedor (aparentemente), y el segundo más formal (a primera vista), pero ambos con un talante de escritura a seguir.

Juan de Beatriz, entre san Juan de la Cruz y José Ángel Valente, buena pareja de amigos se ha buscado el autor, en esa foto compuesta. En poesía siempre se está inseguro, sí, pero algo más, lean bien. De ‘Cantar qué’, el poema que abre el libro «Autopsia del poeta»: «Por más que yo me callo, el poema / a sí mismo se escribe / como a su aire. / Y a ver quién lo detiene. Y en «Autopsia del poema»: «No existen las palabras (…) Y aunque no existan las palabras. A pesar de todo y en todo; la poesía entra en el sueño / como un buzo muerto / en el ojo de dios», dice Bolaño.

Félix Moyano, más formal en la forma, no del todo en el fondo, en fundido de la tecnología y lo clásico. Su primer poema «Sintéticos 40º»: «La dulce melodía que esta lavadora / comprada en el ‘Black Friday’ nos concede / es lo más parecido que tendremos / al sonido del mar». En «Netflix»: «Como aquellos que eligen su destino, / con consenso escogemos hoy el género / que más apetece: películas fantásticas». Vemos, podemos leer las imágenes de hoy mismo, junto a «Claudio Rodríguez que escribe: comienzo a comprobar que nuestro reino / tampoco es de este mundo».