Rock and roll. Levon Helm explica a Martin Scorsese cómo surgió esa música. Un primer plano del batería mientras hay un suave grillar de fondo. Escena tranquila. Varias personas juegan al billar detrás de Helm. El sonido de las bolas sobre la mesa, provocado probablemente por el juego ‘cutthroat’ (el favorito de Rick Danko), se cuela en la conversación. El músico habla de mezcla de ritmos y bailes en un lugar muy determinado, zona algodonera, cerca de Memphis. Por allí estaban Carl Perkins, Muddy Waters, Elvis Presley, Johnny Cash… Una combinación de elementos que comenzó a hervir con ‘blues’, ‘country’, ‘bluegrass’. ‘The melting pot’: un crisol que sirvió para que uno de los géneros musicales más importantes del siglo XX viera la luz.

Ese encuentro tiene lugar en ‘The last waltz’, el documental dirigido por Scorsese en el que se puede ver el concierto de despedida de The Band, el día de Acción de Gracias de 1976, en el Winterland Ballroom de San Francisco. Una imagen precisa y con fuerza, la de ese momento que apenas dura un minuto, para iniciar después una historia cualquiera. Esa noche, Levon Helm, a la batería, cantó uno de los temas más emblemáticos del grupo canadiense (el que acompañó a Bob Dylan en su primera gira eléctrica): ‘The night they drove old Dixie down’.

Una canción que da título a la última historia de ‘Malaventura’, debut literario de Fernando Navarro en la que se cuenta a través del recuerdo de un niño el pasado de su padre como figurante en películas de ‘spaghetti western’. Ese hecho se da en varias ocasiones en este libro: niños que cuentan historias, que repiten cosas y fabulan otras dando lugar a la creación de leyendas en las que una imagen potente también provoca el comienzo para después tirar del hilo. Relatos aparentemente independientes que, sin embargo, funcionan como un todo determinado. Una atmósfera común con la intención literaria de inventar una zona concreta (otra fabulación) desde unos lugares que existen en la memoria de mucha gente. Y aquí hay otro hervidero de personajes, de situaciones trágicas que conllevan un enfrentamiento con el destino, sin poder hacer nada para remediarlo. Estamos en la provincia de Granada, en la de Almería y su desierto de Tabernas, y la música que suena es el flamenco. Siendo así, García Lorca está presente en el aire fatal de estas vidas. Pero también en la tierra de los «olivos que gritaban de dolor, levantaban los brazos pidiendo ayuda», los que aparecen en el relato ‘Mi hijo llevará el nombre de mi padre’, compartiendo paisaje con los olivos cargados de gritos de Lorca en su ‘Poema del cante jondo’. Porque en ‘Malaventura’ también hay una mezcla de muchas cosas que ve la luz en la originalidad del conjunto: novela y relatos al mismo tiempo. O tal vez algo más especial, como el ‘rock and roll’, que no debería clasificarse. Solo así podemos leer ‘Un burrico’, donde al comienzo parece que pisamos la misma arena por la que anduvo Juan Preciado al llegar a Comala. Finalmente, esa arena es otra, porque todo en este libro es otra cosa, única y genuina, en la que lo asfixiante de la tierra es lo que acompaña a los narradores para dar intensidad a sus testimonios. Desde ahí podría explicarse la presencia de cielos amarillos que, junto a esa tierra, sirven de marco a la sangre, al polvo, a los cazadores, hechiceras y quinquis que desfilan por sus páginas.

Fernando Navarro utiliza en todo momento un lenguaje natural, una escritura que surge del compás flamenco. La influencia en los temas viene de la tragedia lorquiana, «aquí nunca se decían las cosas en voz alta», o del ‘spaghetti western’, «los uniformes grises del ejército confederado: viejos y gastados, llenos de polvo y comíos de mierda». Pero el ritmo lo puede marcar Enrique Morente o esa cita de Tía Añica ‘la Piriñaca’ al inicio del libro: «Cuando canto, me sabe la boca a sangre». Una estructura, pues, que es una conjunción de sonidos y voces.

Navarro ha escrito mucho antes de su primer libro: sobre música para prensa, radio y televisión. Destaca su labor como guionista: ‘Toro’ (2016), ‘Verónica’ (2017), nominada en siete categorías en los Premios Goya; ‘Orígenes secretos’ (2020), nominada a mejor guion adaptado, también en los Premios Goya. Su último guion ha sido ‘Bajocero’ (2021), película con un final, sobre todo, que podría caminar también por las páginas de ‘Malaventura’.

Un destino marcado en el que seguirá cantando Levon Helm o Morente; en el que sonará la música de Ennio Morricone. En una Andalucía remota donde hay malaventura bajo un cielo amarillo. En la que hay un crisol sobre una nueva tierra, la del escritor Fernando Navarro.

‘Malaventura’.

Autor: Fernando Navarro.

Editorial: Impedimenta . Madrid, 2022.