Dylan Thomas, aunque sea más conocido por su poesía exuberante, musical y simbólica, escribió desde sus inicios una prosa cuidada, de exquisita cadencia y vibrante. Los diez relatos que conforman el único volumen de cuentos que publicó en vida bucean en sus raíces y muestran al lector tanto las tierras galesas de su infancia y adolescencia como las personas que poblaron esa geografía física y emocional. De este modo, rescata un mundo rural perdido habitado por unos personajes singulares, trazados con agudeza, precisión y fraternidad, que se mueven entre el fracaso y la supervivencia, entre la memoria y el olvido, entre la extrañeza y la cotidianidad.

El humanismo de su mirada rezuma también un fino humor que, sin perder la serenidad y la elegancia, roza lo paródico a la hora de abordar temas como la muerte, el amor, la soledad y las contradicciones del adolescente y del joven escritor. En este sentido, como afirma Aeronwy Thomas, el título «identifica al artista, al escritor consciente de su oficio, destinado a una existencia solitaria por razón de dicho oficio, con la idea del ‘perro cachorro’, con Dylan haciendo de las suyas, con trastadas y peleas de chiquillo, y como un adolescente bebedor y ligón».

Aunque el libro no vio la luz hasta abril de 1940, los primeros relatos fueron compuestos antes de los veintiún años -«Una visita a casa del abuelo», «Los melocotones» y «Un sábado tórrido»- y el resto antes del estallido de la guerra. Casi todas las historias -si exceptuamos las dos que se sitúan en la casa de campo de los Williams: «Los melocotones» y «Una visita a casa del abuelo»- transcurren en el pueblo costero de Swansea y en ellas se aborda su etapa escolar, los conflictos de la adolescencia y sus inicios laborales como periodista. No en vano, el propio autor las calificó como «historias para una autobiografía en las provincias» o «relatos sobre la vida en Swansea y sobre la adolescencia en las noches provincianas».

«Como cachorros» es uno de los relatos más oscuros del volumen, en el que tres jóvenes se encuentran bajo los arcos de un puente de ferrocarril, desde donde ven la vida pasar: la llama de un mechero al encender un cigarrillo es el detonante de una confesión en la que se dan la mano la muerte y la vida, el amor y la desdicha, para revelar el absurdo de la existencia.

Similar recurso narrativo se emplea en «¿Quién te gustaría que estuviera con nosotros?», donde el protagonista y el narrador pasean por la playa y se dirigen hacia una roca. Tras delinear magistralmente las contradicciones de ambos, la narración termina con los dos sentados en la roca mientras la marea sube y unas siluetas les hacen gestos a lo lejos para llamar su atención.

En «La vieja Garbo», por su parte, el joven inocente de los primeros cuentos se ha convertido en un tierno granuja que, con el «sombrero nuevo ladeado» y el cigarrillo sujeto en la comisura de los labios, imita al viejo reportero al que acompaña.

«Un sábado tórrido», en cambio, cuenta cómo un joven se enamora durante una noche de borrachera, pero desaprovecha la oportunidad de acostarse con la chica porque, cuando regresa del baño, se pierde. Tras este fracaso íntimo, sale a la calle y se refugia en la frágil luz de una farola.

La mirada del creador, la configuración de un espacio literario propio, el humor -que, desde este momento, será una clara línea divisoria entre su poesía y su prosa-, los diálogos brillantes y vivos y las pequeñas vidas de unos personajes sencillos lo convierten en un cuentista excepcional, cuyas composiciones, transparentes y directas, brotan de los acontecimientos mínimos que conforman la poliédrica identidad de un hombre a ratos inseguro, despistado, curioso, divertido, incisivo, turbador, obsceno, infantil, frágil, carnal, rebelde y vitalista, que busca la vida y la descubre en toda su plenitud y en todo su desorden, en toda su vorágine y en toda su calma.

La editorial Visor inaugura una nueva colección, Isla Negra, dedicada a la narrativa y lo hace con este Retrato del artista cachorro, un libro de cuentos del poeta galés Dylan Thomas (1914-1953), y La peste escarlata, una apocalíptica novela del norteamericano Jack London (1876-1916). Retrato del artista cachorro es traducido por el poeta cordobés José Luis Rey y cuenta con un esclarecedor prólogo de Aeronwy Thomas, hija del escritor.

'Retrato del artista cachorro'

Autor: Dylan Thomas.

Editorial: Visor. Madrid, 2022.