Emilia Pardo Bazán (1851-1921) fue una escritora prolífica. Fue novelista y cuentista (faceta en la que es un referente en la literatura española). Entre sus obras destacan la novela Los Pazos de Ulloa y los volúmenes de relatos Cuentos de Marineda y Un destripador de antaño.

La sirena negra es una de sus últimas novelas. Se publicó originariamente en 1908. Tiene algún elemento naturalista, pero predomina el espiritualismo y el simbolismo: representa las sombras, contradicciones y cambios de la sociedad española. La obra, fluida, intensa y melancólica, se desarrolla a principios del siglo XX, entre Madrid y la costa gallega.

El protagonista y narrador es Gaspar de Montenegro, un hombre de 36 años, soltero y adinerado. Es refinado, reservado, meditativo, soberbio, crítico con los convencionalismos, no cree en la humanidad ni en la vida, desprecia lo material y da suma relevancia a lo espiritual. Asegura: «La acción es enemiga de los ensueños y reflexiones, en que encuentro atractivo singular».

Frente a lo que considera la vulgaridad humana y un mundo deleznable, aspira a la paz que proporciona la muerte (la denomina de varias formas: la Seca, la Segadora, la Negra, la Guadañadora). Para él la muerte es buena porque supone la conclusión de la vida. Para tener un motivo para seguir viviendo, adopta a un niño huérfano: no es por compasión ni bondad, sino por egoísmo, para buscar la fuerza de vivir en el niño. Reconoce: «Estoy desnudo de compasión, desnudo de bondad, soy exaltado en mí mismo, despreciador de los otros… Si he recogido al niño ha sido por instinto egoísta y de conservación, por no dejarme llevar del atractivo que ejerce sobre mí la Guadañadora».

Cuando parece que el intento por aferrarse a la vida a través del niño va a fraguar, comete un acto vil empujado por el instinto (por el que no se había dejado llevar antes), lo cual hace que se sienta «envuelto en lodo» y que el atractivo de la muerte vuelva a ser muy grande para él. Decide suicidarse, que «no será en mí fruto de un arrebato, sino cristalización de aspiraciones y tendencias continuas, contra las cuales ya no tengo defensa».

Sin embargo, un hecho trágico lo cambia todo: el fallecimiento del niño hace que afronte la vida de otra forma. Aparta de sí la idea de la muerte y se convierte en una persona nueva. Su angustia vital se transforma en esperanza y él deja de ser un hombre «hastiado, recocido en todos los amargores de mi siglo, curtido en egoísmo» para transformarse en alguien humilde, arrepentido de su soberbia, en alguien «que se ha curado de las aberraciones de la muerte y también de las concupiscencias de la vida».

‘La sirena negra’

Autora: Emilia Pardo Bazán.

Editorial: Nocturna. Madrid, 2021.