El humor con su carga de ironía, desplazando o encauzando el discurso hacia ese punto. Provocar extrañeza, hacer que el disparate -premeditado, claro- brille con luz propia. Juanjo F. Palomo se muestra conciso, rápido en la idea y en su plasmación, intuitivo, y surge esa inteligencia de quien prefiere ir al grano, a veces tras un ligerísimo rodeo, con ese chispazo sobre el que desplegar la acción. El lenguaje es directo, sin concesiones ni tiempo a reparar en sus resquicios, de una frescura casi hiriente, pero esa inmediatez presenta los diálogos como un intercambio de disparos, a cuál más incisivo y sin ponerse demasiados estupendos.

Bajo este sugerente título nos adentramos en esas incursiones (visitas, casi atracos) a personajes de muy diversa índole pero con un peso propio en el ámbito artístico mundial. El juego ficcional es la única verdad que nos termina por convencer, ser tan creíble en su naturalidad y espontaneidad, la casualidad de los encuentros, y siempre con el proceso creativo -en cualquiera de sus modalidades- como esa motivación de fondo que prepara esas preguntas, que devuelve esas respuestas, como parte de un juego activo en el que se palpa la complicidad, en ese terreno de lo fronterizo donde casi todo es relativo y hasta posible. Ese aliento poético de fondo permanece como una constante, también en los caligramas de Pablo Limbo, solo hay que ver la nómina de autores que se referencian, su peso en la historia poética y cultural.

No hay lugar para el espacio o el aburrimiento, y ésta parece ser una de las máximas de los autores, se vas más allá del punto periodístico, se cruza esa frontera para adentrarse en otros territorios más hacia lo creativo -desde la inventiva de las situaciones- y lo que en apariencia puede resultar banal o superfluo de cada planteamiento, se convierte en algo más profundo, con contenido, pero sin trascendalismos místicos ni nada por el estilo.

La desmitificación de esos personajes mediante esa inmediatez del discurso, sin formalismos académicos, provoca una rápida empatía con el lector, una vía directa de conexión. Es curioso -pero no accidental- los elementos periféricos que suelen usarse como eje en las conversaciones. No suelen centrarse en el lado artístico o creativo de la obra de cada personaje, sino en otro tipo de detalles, en los que las impresiones o experiencias que la lectura, el cine, etc. le ha servido al autor de referencia en esa construcción de un imaginario propio.

La aparente levedad esconde su propia carga, con su peso, pero hay que adentrarse de lleno en la lectura. Hacerlo sin prejuicios ni clichés previos. La levedad de Calvino flotando entre estas páginas, asumiéndose como un mar de fondo, impregnando ese discurso que plasma todos los estímulos recibidos, que comparte esa experiencia con quien está al otro lado, mediante estas visitas inesperadas, estos diálogos comprometidos con la sensibilidad y el arrojo de la palabra.

'Libro de visitas'.

Autores: Juanjo Fernández Palomo y Pablo Limbo.

Editorial: Cántico. Córdoba, 2021