Cuando uno va al cine se fija en muchas cosas: en los directores, en los actores, en la calidad e interpretación de estos, en el vestuario, en la fotografía… Pero, ¿qué tienen en común Humphrey Bogart, Woody Allen, David Lynch, Amelie, Laura Palmer o La Colmena? ¿Qué les une a Nueva York, París, Irlanda, Texas, Japón o California? Todos mantienen elementos comunes como centros neurálgicos de sus filmes. Rick’s café no hubiera existido sin Casablanca o Casablanca sin Humphrey Bogart, mientras que la dulce Amelie difícilmente podría haber sobrevivido (cinematográficamente) en otra ciudad que no fuera París. Atlas de cine es un libro inevitable, necesario para los profanos (entre los que humildemente me encuentro) y para los más cultivados, ya que precisamente son los cafés, los clubs, las ciudades y los países los verdaderos protagonistas de las películas. Por eso, esta particular vuelta al mundo en donde cada película explora un lugar mítico, y el western se nos aparece tan cercano como el propio John Ford. Por eso el cine es magia.

Y magia son las bibliotecas, las reales, las perdidas y las imaginarias, templos de la sabiduría, Templos de papel, a decir de Marchamalo. Y a todo bibliófilo y amante de los libros siempre le viene a la memoria cuando de Bibliotecas imaginarias se habla, la Biblioteca de Babel de Borges, o El cementerio de los libros olvidados ideado por Ruiz Zafón, esa misteriosa biblioteca en la que «los libros que se han perdido en el tiempo viven para siempre, esperando llegar algún día a las manos de un nuevo lector, de un nuevo espíritu». Mario Satz, argentino cómo no, presenta un libro entrañable, curioso y a la par compendio del saber y del placer. Rastreando lugares perdidos nos llevará a conocer la historia de fantásticas bibliotecas y, en resumen, de un pueblo, de muchos pueblos, empeñados en no olvidar su historia.

Y ya para terminar, desde Cartas del Norte nos hemos propuesto recuperar todas las semanas un libro (o un autor) que consideremos crucial, importante o cuando menos interesante para el devenir de la literatura pasada, presente y futura. Y vamos a comenzar con La maravillosa historia de Peter Schlemihl, de Adelbert von Chamisso. Un cuento entretenido, una fábula ilustre y celebrada con moraleja incluida, como en los viejos tiempos. Ya que es el propio protagonista del cuento, Peter Schlemihl, quien, ante la peculiaridad de su vida, del peregrinaje que tuvo que sufrir a causa de haber vendido un día su sombra al hombre vestido de gris a cambio de un saquito de monedas de oro, que nunca cejan de surtir, y todo lo que este hecho le conllevó, decide dejarle al Chamisso el escritor, el manuscrito de su vida, para que disponga de él a su muerte como más le convenga.

Peter Schlemihl comprueba en su piel cómo un hombre sin sombra no es nada por mucho oro que disponga, y tras deshacerse infinitas veces de los ardides que el hombre vestido de gris le propone, decide cambiar toda su vida y reconvertirse en un estudioso de la tierra y de la naturaleza. La maravillosa historia de Peter Schlemihl, de Adelbert von Chamisso, es ante todo una pequeña joya que no deben pasar de largo.

'Bibliotecas imaginarias'

Autor: Mario Satz.

Editorial: El Acantilado.

España, 2021.