«Sobre mi cuerpo, sobre estas estructuras concebidas por manos ingenieras fabricantes de nuevos espacios, han sido muchas las palabras nombradas». Estos versos de la poeta venezolana Hanni Ossot podrían esbozar la lección de anatomía de un libro en el que las trece poéticas incluidas se erigen en un solo cuerpo. La antología El cielo de abajo (Vandalia, 2021), a cargo de María Alcantarilla, supone una muestra de los versos de algunas voces femeninas hispanoamericanas de la segunda mitad del siglo XX cuya trayectoria no han tenido la repercusión que su singularidad hubiera merecido.

La antóloga configura con esta edición un florilegio más allá de las estéticas imperantes, incluso del silencio a que tradicionalmente ha venido siendo sometido el imaginario de la mujer en el mundo del arte. La publicación, bajo el subtítulo «La escritura del cuerpo en trece poetas hispanoamericanas», constituye una selección personal de la autora cuyo eje vertebrador es la posibilidad de una voluntad estética más allá de la razón cotidiana, nacida de una intuición que habita en la fisicidad, en el propio cuerpo. Así, a través de un concienzudo y sólido análisis inicial, tratando de liberarse de los criterios habituales para este tipo de volúmenes, propone una poética común a todas las autoras seleccionadas, con las que coincide precisamente en su propia cosmovisión del acto creativo. La originalidad de la edición radica en la problematización que realiza Alcantarilla de los habituales mecanismos de creación, así como en su intención de contribuir a la superación la misoginia que ha infravalorado a infinidad de voces femeninas en el panorama de la poesía. Sea como fuere, con esta senda, María Alcantarilla concibe la escritura del poema desde una perspectiva «anticartesiana» -no nos atrevemos a utilizar etiquetas como «materialismo» o «fisicalismo», mejor profundizar en la tesis de la antóloga- poniendo la mirada no ya en una consciencia catalizadora mecánica, fría y constructiva sino en la sensibilidad de la pulsión creadora.

Realizaré en este punto una mención a algunas de estas trece voces «errantes», diversas pero todas ellas representativas de la metapoética trazada en la recopilación. Dentro de esa aparente corporeidad, la relación trascendente del Hanni Ossot con el lenguaje («Línea de luz que horada/ línea de luz en ruptura/ Todo aquí en quiebra/ todo permanencia en estallido»); la ecuatoriana Ileana Espinel Cedeño, cuya exploración del yo se gesta a través de la enfermedad y de la muerte -esta idea nos recuerda la reflexión en la actualidad sobre la existencia de «poéticas del dolor»- («Porque ya eres lo único que gravita en mis días,/ sangro por tu dolor hora tras hora»), de manera muy parecida en la chilena Eugenia Brito; la boliviana Blanca Wiethüchter y su anhelo de reconstrucción del ser («Amo este mi cuerpo árido/ sin solicitud, con avaricia/ mi negro hombro infantil/ que se desplaza según el cielo/ que diseña todo invierno»); la sensorialidad de la peruana Ana María García Silva («Mamo carne, De la misma sed mamo./ Cruzo el horizonte./ Bajo el fuego rojo de la fragua el/ hierro débil bajo el fuego guloso»); o, en la colombiana Mery Yolanda Sánchez, la fisicidad de las heridas que deja el peso de la memoria y sus violencias («Ahora solo de lejos puedes mirar la propiedad de tu tierra. Alguien te contó de las primeras guerras donde el arcabuco festejó las cenizas en el olor a albahaca»).

Y es que el cuerpo no es solo el emisor del hecho poético. Hay en este proceso un ser «orgánico», «simbólico» y hasta «espiritual». Como señala María Alcantarilla, en estas autoras encontramos el cuerpo «como canal y como código». El artefacto del poema supone una victoria de estas voces ya que reconquistar el lenguaje supone reconquistar la corporeidad y, como consecuencia, la identidad. Hay en todas ellas una voluntad de comunicar que trasciende sus voces y germina de manera universal en los lectores, donde -más allá de dualismos- se produce la gran sinestesia del mundo, la que une piel y poema.

‘El cielo de abajo’ (Edición de María Alcantarilla)

Autora: VVAA

Editorial: Vandalia. Sevilla, 2021.