¿Es posible llegar a un pacto entre Juan Ramón Jiménez y Bukowski? ¿Se pueden dar la mano de la manera más natural el discurso alto y el bajo? ¿Hay una tercera vía entre el esteticismo amado y el inevitable realismo sucio? Luis Tulsa demuestra que es posible aunar lo sublime con lo más vulgar. Y esto es lo que llamó la atención de la crítica al aparecer su primer libro, titulado muy expresivamente Las pesadillas de un artista del siglo XXI (La Isla de Siltolá, Sevilla, 2017). Este éxito de crítica comenzó con la reseña extensa y generosa de José Luis Morante en su blog de lecturas, donde afirmaba que el debut de Tulsa era, sin duda alguna, un paso al frente sólido y perdurable, entre otros merecidos elogios. También Enrique Villagrasa, en Librújula, advirtió que Tulsa parecía haberlo leído todo y que sus poemas eran verdaderos cantos desesperados del poeta que ama y descifra el lenguaje. Pues bien, este segundo libro de Luis Tulsa, Las desventuras de un dandy enamorado, viene a confirmar y a cimentar más aún la reputación de este joven poeta como creador de un mundo y un tono propios dentro de su generación. Luis Tulsa nació en Chile, concretamente en Valparaíso, en 1993, pero desde su adolescencia reside en Madrid. Él mismo ha hecho de su vida madrileña un solitario y largo poema épico; así podríamos comprender este libro, como una especie de épica del perdedor que acaba siendo, por maestría estética, un vencedor en y desde sus poemas. Como dice en el prólogo Rolando Guevara, este segundo libro, Las desventuras de un dandy enamorado, es un inventario de sueños y fracasos, de alegrías y tristezas, o, lo que es lo mismo, la exploración del sol negro de Nerval hasta sus dorados límites, y por esta originalidad saludamos de nuevo a nuestra gloria chilena, poeta de los misterios del Ser y la tierra baldía del estar. Demasiado generosa (y muy hispanoamericana en el tono exaltado) se nos antoja esa posición ante una poesía nueva y muy personal que resulta tan inquietante como atractiva, tan irritante como hipnótica. Las desventuras de Luis Tulsa incluyen viajes terribles en Blablacar, experiencias cercanas a la muerte, enamoramientos súbitos e irremediables de figuras femeninas como la chica del tiempo en la televisión o la empleada de una agencia de viajes. Hay también poesía social, como en el poema Fresas con nata. Hay revisiones constantes a la historia de la poesía, de tal modo que hallamos intertextualidad y paráfrasis de ciertos versos de grandes poetas, que vienen a deslumbrarnos en un panorama sorprendente porque ya no es el suyo, dado que han sido tuneados y moldeados por el discurso imparable y arrollador de Tulsa. El humor está en todo, pero es un humor dolido, asistido por una ternura insólita en tal poeta del realismo sucio y el sueño estético. Adentrarse en la lectura de Luis Tulsa es como entrar a un museo y encontrar allí la selva amazónica. Las brujas de Salem, los martes de Mallarmé, un bonsái, la ITV. En cualquier lugar salta la sorpresa, el hallazgo, la palabrota. Sí, estos son los poemas de un malhablado. Pero tras esa máscara de tipo duro, se oculta un corazón generoso y, sobre todo, capaz de dejarnos asombrados con esa fusión de mundos opuestos para alumbrar un mundo nuevo y distinto a todo lo que se escribe hoy. Tulsa es tal vez un rebelde con causa, y su causa primera es la misma poesía. Añadamos, finalmente, que la edición, como todas las de Reino de Cordelia, es una obra de arte.

Las desventuras de un dandy enamorado

Autor: Luis Tulsa.

Editorial: Reino de Cordelia.

Madrid, 2021.