Desde hace un par de años la publicación de los libros galardonados con el Premio de Poesía Ciudad de Córdoba Ricardo Molina ha sufrido retrasos, de hecho, el ganador del año pasado aún sigue sin publicarse. Este certamen se encuentra entre los diez mejores de nuestro país y es el más importante en esta disciplina que tiene nuestra ciudad. Fue fundado en 1973 por ocho jóvenes poetas y en 1993 lo rescató Cultura del Ayuntamiento de Córdoba.

Los principales concursos literarios se hacen de su prestigio en el panorama nacional no solamente por su cuantía, también es vital la editorial donde se publique el libro premiado; ambas cosas se complementan para que tenga relieve e importancia y sea un verdadero impulso para la poesía, punto de mira en su cotización y verdadero escaparate de cualquier certamen que se precie y quiera llevar con orgullo el nombre del poeta, la ciudad y la institución que lo convoca. Asimismo, este capítulo final del premio, su publicación, es muy importante para los autores que participan, que sea editado por una editorial de primer orden y prestigio, donde no basta un buen diseño, exterior e interior, también que conlleve una trayectoria y acreditada presencia en el panorama de la poesía española y en condiciones mínimas de edición y distribución del mismo.

Nuestra ciudad, con una historia y patrimonio literario en la poesía española desde hace siglos, no se merece menos e incluso más, por lo que este galardón debe mantener su nivel, incluso su progreso y mejora en algunos de sus aspectos, entre ellos la actualización de algunas de sus bases.

Hoy nos despedimos de esta temporada de Cuadernos del Sur, esperemos que a la vuelta del verano tengamos buenas noticias, se encuentre convocada su vigésimo novena edición y todo esté equilibrado.