Lo que comienza siendo una investigación casi de crónica periodística sobre una importante familia de médicos gallegos, acabará convirtiéndose en una gran novela, mezcla de géneros, de arranques narrativos imprevistos, escrita con elegancia, hábil en el uso magistral de la segunda persona y llena de matices, que van desde la novela negra y psicológica a la puramente biográfica e histórica.

Suso de Toro (Santiago, 1956) es uno de los mejores representantes actuales de las letras gallegas. Periodista y escritor, ha publicado novela, ensayo y relatos. Algunos de sus libros han sido llevados al cine, como Polaroid, Premio de la Crítica gallega (1986) o Trece campanadas, Premio Nacional de Narrativa de 2003. La última de una larga lista de más de treinta es Un señor elegante, publicada este año por Alianza Editorial.

Este señor elegante es el Dr. Baltar, perteneciente a una familia gallega de médicos que atrae al escritor, desde hace tiempo, para contar, a través de una especie de saga familiar, la intrahistoria gallega de la Guerra Civil y el Franquismo. Cuando se decide por fin a escribirla, Suso de Toro quedará impactado por la figura del Dr. Ramón Baltar y su novela secuestrada por la portentosa figura de aquel hombre, que se le desvela desde las primeras páginas como alguien muy distinto a como él pensaba.

Ramón es un médico enigmático y poliédrico, intelectual valiente y discreto, tan elegante y misterioso que se apodera inmediatamente de la novela como hacen algunos personajes de ficción rebeldes y empecinados. Y el autor debe ceder y dejar que su relato fluya en torno a aquella figura: lo confesará así, en una segunda persona que cada vez adquiere más fuerza a medida que avanza el relato, hasta convertirse en un diálogo con el propio Baltar, ya muerto, y consigo mismo como escritor. Desde entonces el libro ya no será por más tiempo un relato biográfico sobre aquella familia, sino una novela compleja y contundente que desvele los misterios de Ramón durante la posguerra, su verdadera actividad política y médica, sus cualidades humanas y sociales, su aportación sensata, discreta, elegante y a veces temeraria a la historia de España. El autor lee la ficha que tenía la policía franquista de aquel enigmático galeno y se da cuenta de que hay muchas zonas de penumbra en torno al personaje, que quiere iluminar: «Dr. Baltar Domínguez (Ramón). Santiago de Compostela. Liga intelectuales. Libre pensador. Simpatizante izquierdas democráticas. Tendencias comunistas. SL Masónicas: actividades influyentes. Carácter enérgico, sin violencias políticas» (pág. 49).

El investigador, el periodista y el escritor se dan la mano para ir ilustrando todos los matices del personaje. Y se sirven de toda la información, por irrelevante que pueda parecer, para trazar la personalidad, las obsesiones, los pensamientos más íntimos de aquel hombre. No solo analizan todo el mundo femenino en que se mueve, en especial su esposa, también olfatean sagaces cualquier detalle familiar: la relación con su hermano, también médico, que ha huido y está exiliado en Argentina, pero también la relación con sus mejores amigos, desconcertante, intrigante y ambigua, como la propia figura de D. Ramón: «Cerviño, Baltar y yo nos hicimos inseparables» (pág. 294). Estas palabras las escribió Juan José, uno de los tres grandes amigos, a quien lo propusieron para un expediente de beatificación, «Ejemplo de santidad, fe y sabiduría de la sociedad», íntimo amigo de Cerviño, exiliado en México por la España franquista, adonde huyó para no ser fusilado. Entre ambos, ¿qué lugar ocupa Ramón Baltar?

Avanza la novela y se va desvelando la verdadera personalidad que aquel médico quiso ocultar y que resulta más poderosa que la de cualquier personaje de ficción. Hablamos de un hombre desconocido incluso por sus propios hijos.

Aquel médico que incomoda al régimen no es solo un lobo estepario, un espíritu libre que ama el incordio por soberbia. Ramón Baltar pertenece a la Unión Liberal de Intelectuales. Opera clandestinamente a los maquis heridos. Es miembro de la resistencia. Ha estado al corriente y servido de apoyo logístico en operaciones de enorme calado como la invasión del Valle de Arán o la Operación Termópilas, ideada para matar a Franco en los años 40. Ese es el personaje, que parecía a simple vista solo un excelente cirujano, buen padre de familia en la España franquista, y que se ha ido adueñando poco a poco de la novela de Suso de Toro para contarnos, desde el enigma de su verdadera y apasionante personalidad, los aspectos más inesperados de la reciente historia de España.

Un señor elegante

Autor: Suso de Toro.

Editorial: Alianza Editorial.

Madrid, 2021.