Hablar del argentino Ricardo Piglia es hacerlo de uno de los pesos pesados de las letras hispanoamericanas, autor de una extensa obra que incluye novelas, cuentos, ensayos, diarios y guiones cinematográficos, merecedor de los más altos galardones (Premios de la Crítica, Rómulo Gallegos, Casa de las Américas, Dashiell Hammett, entre otros muchos) y del favor del público lector durante más de cincuenta años de trayectoria literaria, que se vio truncada en 2017, al fallecer víctima de una esclerosis lateral amiotrófica. Unos años antes, cuando ya le habían diagnosticado la terrible enfermedad, inició la ardua tarea de poner en orden los escritos que aún no habían sido editados y de compilar parte de su obra, entre la que se encontraban todos los relatos que había ideado desde 1967. Tenía previsto publicar Cuentos completos un año después de que aparecieran Los casos del comisario Croce, pero, por desgracia, estos se dieron a conocer póstumamente en 2018 y ahora ve la luz tan magna obra, publicada por Anagrama y revisada personalmente por el autor, a pesar de las dificultades que progresivamente y de manera inexorable iban surgiendo cada día con una enfermedad que, sin embargo, no mermó las ganas de continuar con su labor creadora ni su espíritu combativo.

En Cuentos completas no aparecen recogidos los libros originales tal cual fueron publicados en su día, sino que Piglia los revisó añadiendo cuentos que, por diversos motivos, aparecieron directamente en revistas o, simplemente, quedaron inéditos. Leerlos reunidos todos permite, por una parte, observar la evolución en el estilo y en la temática del escritor porteño a lo largo de los años y, por otra, comprobar cómo, a pesar del tiempo transcurrido, el universo pigliano permanece incólume: la influencia de narradores de la talla de Borges, Cortázar y Hemingway, su devoción por la obra de su compatriota Roberto Arlt, la ubicación de muchas de las historias en la época del peronismo, retratado magistralmente con sus luces y con sus sombras, la atracción por el controvertido personaje de Eva Duarte, el amor que profesaba al género policíaco, que aquí aparece específicamente en Los casos del comisario Croce, en cuentos repartidos por otras colecciones («La loca y el relato del crimen», perteneciente a Nombre falso, por ejemplo) y en las tramas de muchos de los relatos. Porque Ricardo Piglia fue, desde su juventud, un lector empedernido de los clásicos norteamericanos del género como Hammett y David Goodis (llegó incluso a dirigir una colección de novelas negras), cuya huella se manifiesta en la reflexión ética de sus personajes, en el análisis deductivo de la realidad y en una visión crítica de la sociedad que radiografía con genial maestría.

Cuentos completos se convierte así en un libro imprescindible y necesario para conocer y profundizar en la obra de uno de los más grandes narradores contemporáneos en lengua castellana. Todo un clásico.