Después de seis años sin publicar Emmanuel Carrère (París, 1957) nos deslumbra con Yoga (Anagrama, 2021). En esta escritura desgarradora se entrecruzan ensayo, biografía y crónica periodística. Un texto de Carrère a la manera de Carrère, es decir sin reglas, lanzándose al vacío sin red. El centro del relato es él mismo (ego), desde el que explora los límites de lo literario. Carrère como un nuevo Montaigne, con el que no pretende medirse, nos narra la crónica de un combate interior. Es el maestro, que perdurará en el tiempo, de lo que se ha dado en llamar autoficción, el lugar donde sólo se dice toda la verdad.

El título, nos advierte, puede llevar a engaño. No es ningún manual práctico de yoga, ni tampoco de autoayuda, sino una lección magistral de tinieblas y de luz que nos cautiva al descubrir los infiernos de la propia depresión con tendencias suicidas que le llevan a ser diagnosticado como trastorno bipolar.

Este libro es una invitación a adentrarse en la estructura que hace posible la escritura de una novela. Nos cuenta cómo escribió Yoga. Escrita en estado de gracia, en ella podemos ver al Carrère más emocional y vulnerable.

Este autor de obras espléndidas, como Limonov, consigue no dejar nunca indiferente a nadie, a pesar de su afirmación de estar harto de su biografía escrita.

Consigue dar forma a los tormentos y flaquezas humanas a través de una inmersión en los abismos personales, a través de la escritura. Un explicarse a sí mismo. Sin piedad. Esta obra contiene varios libros en uno. Podemos leerla a través de varios archivos, como él los denomina.

A. El primero sobre el Vipassana, la meditación y el yoga. Aquí también evoca el zarpazo del terrorismo yihadista en su círculo social.

B. El segundo acerca del ingreso en un hospital psiquiátrico debido su depresión melancólica, a raíz de su divorcio. Esta parte fue suprimida mediante una elipsis por una polémica intrafamiliar.

C. El tercero versa sobre su estancia en la isla griega de Leros con refugiados afganos. Finaliza en Mallorca, feliz por estar vivo.

1. inhala, exhala. amistad de las fosas nasales

Pretendía escribir un librito risueño y sutil sobre el yoga, según confiesa, pero pronto el relato se vuelve truculento por los graves acontecimientos que ocurrieron en Francia a raíz de los atentados islamistas contra la revista satírica Charlie Hebdo, donde fue asesinado su amigo Bernard.

En este relato confesional, el escritor, guionista y cineasta repasa una etapa de su vida: el paso voluntario de 10 días dedicado a la meditación en un curso de Vipassana, que llevaba practicando más de treinta años. En absoluto silencio monástico, donde no podrá abandonar el lugar libremente. Un montón de gente hace yoga hoy en día y a muchísimos les gustaría saber qué se siente cuando se practica yoga. No es una especie de aeróbic, ni la meditación debe ser vista como una curiosidad esotérica.

El yoga es un conjunto de disciplinas que buscan la ampliación y unificación de la conciencia. El yoga nos dice que los seres humanos hemos nacido para contemplar. Que somos otra cosa que nuestro pequeño yo confuso, fragmentado, temeroso y que podemos acceder a otra cosa. Es un camino que otros han emprendido antes que nosotros y nos lo indican. Si lo que dicen es cierto merece la pena ir a comprobarlo.

2. historia de una locura. yoga para bipolares

El yoga tiende a la unidad, pero es él quien se encuentra escindido para alcanzarlo. El problema soy yo, afirma. Narra sus jeremiadas. Todo iba bien en su familia. Una casa bonita, mujer e hijos inteligentes, un buen oficio. Todo iba sobre ruedas. Era verdad, pero llegó el divorcio. A continuación tuvo que ser hospitalizado donde le diagnosticaron un episodio de depresión melancólica en el marco de un trastorno bipolar del tipo 2.

«Los bipolares, de la familia de los nerviosos, son como esos perros negros contra los que pasamos luchando toda la vida», asegura.

3. sigo sin estar muerto

Tras el alta, Carrère pasó una temporada en la isla griega de Leros, dando clases de escritura creativa a jóvenes refugiados. Allí conoce a Erica, una enigmática voluntaria. En esta isla perdida es donde ocurren las cosas más graves, donde el destino le brinda una segunda oportunidad de escapar de sí mismo. Aunque lo que llama «La Sombra», siempre está ahí. Estos jóvenes refugiados de medio mundo son como eternos mendigos, en busca del verdadero mundo, de mejor vida. En algunos casos lo consiguen y ven cumplidos sus sueños.

Si todas las vidas, como asevera, son un proceso de demolición, se pregunta si acaso su vida después de los 60 está colmada… No se considera un hombre bueno, pero sí justo.

Con una nueva joven compañera en las montañas de Mallorca considera que el yoga es una maravillosa gimnasia, pero el samsara también se llama vida y la vida está bien, digan lo que digan Patanjali y los suyos. Es una búsqueda de una cierta felicidad perdida o una tranquilidad en su torbellino existencial. Seguimos sin morir mientras podemos. Feliz por estar vivo.

‘Yoga’.